Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

Implantarse chips de ficcion a moda

Miles de personas en el mundo ya viven con chips implantados bajo la piel: se trata de dispositivos de corto alcance denominados NFC (sigla en inglés), que según su traducción significa Comunicación de Campo Cercano.

Este elemento permite almacenar información personal y contraseñas; es una herramienta perfecta para el intercambio de información instantánea entre dispositivos, y funciona cuando los aparatos se encuentran a menos de 10 centímetros del usuario. Se puede programar desde la computadora o el móvil.

Los chips tienen el tamaño de un grano de arroz y se aplican debajo de la piel con una jeringa. Generalmente están envueltos en una cápsula de cristal de 12 milímetros de largo por 2 de ancho.

Cuestan alrededor de 400 a 1.200 dólares en Estados Unidos y pueden inyectarse en cualquier parte del cuerpo. La preferida es la zona ubicada entre el dedo índice y el pulgar.

Es así como los cyborgs (humanos cibernéticos) se convierten en realidad, no para compensar deficiencias físicas, sino por elección y para uso diario.

Son muchas las voces que destacan sus prestaciones y se ilusionan con que se vuelvan esenciales para la salud; por ejemplo, aseguran que en un corto plazo permitirán incluso medir niveles de glucemia y otro tipo de indicadores del estado del organismo.

Nicolás Batsios, argentino de 33 años que se dedica a la seguridad informática y desde hace cuatro meses tiene un chip en cada mano, por ejemplo, los utiliza como método de autenticación, para agendar información y guardar claves importantes.

Podrían servir también para abrir puertas sin pasar una tarjeta magnética, registrar la entrada y salida de la oficina sin usar el biométrico, o guardar el historial médico como lo haría en su PC. Si llegase a sufrir un accidente, un médico podría conocer sus antecedentes clínicos con solo apoyar un lector en su mano: su tipo de sangre, alergias y más.

Estos chips no generan electricidad, por lo que solo se pueden encontrar con una radiografía. Su contra: que se convirtieran en una herramienta más para realizar ataques cibernéticos.