La iglesia de El Morro le cierra las puertas al turismo
Es histórica, tradicional, un patrimonio que data de 1750.
Es histórica, tradicional, un patrimonio que data de 1750. La iglesia de El Morro fue reestructurada por la Fundación Siglo XXI en 2009 y hoy constituye el símbolo turístico más importante de esa parroquia. Pero tiene un problema: no abre sus puertas más que para las liturgias.
Los turistas que llegan (nacionales o extranjeros) deben conformarse con tomarse fotos afuera, lamenta Vicente Antepara, uno de los moradores.
El párroco del templo, Juan Ponce, admite a EXPRESO que las puertas de este sitio patrimonial solo abren cuando hay misa.
¿La razón? La falta de recursos. “Abrir el templo implica que alguien lo vigile. A ese alguien se le debe pagar, pero no hay dinero para eso”, argumenta el padre. Admite también que la Arquidiócesis no está al tanto de esto, porque -dice- “son decisiones internas”.
En el pueblo, el descontento no se oculta. Consultados para esta entrega, los morreños piensan que si la iglesia estuviera abierta generaría recursos con la visita de turistas, que colaborarían con el templo.
“Es patrimonio”. “No puede estar cerrada”. “Es la atracción de los turistas, que vienen... y regresan frustrados”... son algunos de los comentarios. Una de quienes opinan es la moradora Mayra Molina. Para ella, la falta de recursos no justifica la medida.
Humphrey Rivera, coordinador de la Ruta del Pescador, que promueve la Prefectura, dijo que según información de los delegados de la Junta Parroquial, desde hace tres años “con el nuevo párroco se ha notado una falta de interés para trabajar en conjunto e impulsar el turismo cultural y patrimonial de la iglesia”.
El padre Ponce refuta esa postura con una frase contundente: “Quieren promover el turismo y no arreglan las vías... Eso díganle al prefecto...”.
Xavier Rosado Carchi, jefe de Marketing y Promoción Turística de esa entidad, afirma que en el sector se llevan a cabo varios proyectos para potenciar las visitas al sector, como capacitaciones gastronómicas, de idioma y la creación de cartillas turísticas.
El sacerdote defiende una solución práctica. “¿Quieren abierta la iglesia? Aporten mensualmente para pagarle a un cuidador y la abro. Otra opción que tienen los fieles es turnarse a las guardias... pero eso es más complicado... Si ni para limpiar el templo con paga se acercan”.
El emblemático templo de El Morro no tiene rubro fijo de ingresos. Semanalmente puede recibir, por limosnas, cien dólares o la mitad. Ponce explica que para satisfacer a quienes quieren que se abran las puertas todo el día la cifra debe ascender a 700 dólares al mes.
Lo que entra ahora, describe, solo alcanza para mantenimiento de carro, seguro, alimentación y enfermedad.
La capilla de Puerto El Morro tiene que demolerse
La falta de recursos no solo golpea a la iglesia de El Morro, que no puede contratar un cuidador, también pasa factura a las capillas de la zona, para las cuales la Arquidiócesis, según el padre Juan Ponce, no tiene un rubro destinado.
La de Puerto El Morro, por ejemplo, necesita ayuda. Así lo concluye un estudio reciente en el que colaboraron varios ingenieros.
“Debemos demoler la capilla. Todos los pilares tienen problemas estructurales. Hay que derrumbar y volver a construir”, explicó recientemente a los fieles el ingeniero venezolano Javier Ramírez, parte del equipo.
Pero no es lo peor. Como no hay un sistema de drenaje de aguas servidas, los pozos sépticos, presuntamente colapsados, provocan filtraciones en la parte baja de las paredes y moho en el piso.
Con colaboración de fuera y materiales subsidiados, la reconstrucción estaría valorada en $ 60.000.
En la capilla de Posorja, donde Siglo XXI empezó un estudio, aún esperan que se inicien los trabajos que se ofrecieron hace dos años.