La idea de una Constituyente se mantiene vigente

La idea de una Constituyente se mantiene vigente

El activista político Fernando Balda pretende reunir algo más de 1,5 millones de firmas para convocar a una Asamblea Constituyente y reformar la Carta Magna.

No quieren abandonar la idea que nació de una parte de la oposición. El activista político Fernando Balda pretende reunir algo más de 1,5 millones de firmas para convocar a una Asamblea Constituyente y reformar la Carta Magna.

En la última campaña electoral esa fue una de las propuestas de líder de CREO, Guillermo Lasso, al considerar que era la “única herramienta para desmontar, de un solo tajo, el aparataje correísta”.

En la misma línea se ubicó el excandidato por Fuerza Ecuador (FE), Abdalá Bucaram Pulley, que incluso ofreció a Lasso un respaldo territorial para impulsar una consulta si llegaba a la presidencia.

Al pedido se sumaron actores políticos como Enrique Ayala Mora, cuando aceptó la precandidatura presidencial, y Lourdes Tibán. Hasta ayer no se pronunciaron sobre esta nueva iniciativa.

El lunes, Balda y el abogado Juan Carlos Machuca solicitaron la entrega de los formularios para recoger las firmas.

Este es el primer paso de un proceso que debe ser tramitado entre el Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Corte Constitucional, que debe calificar la constitucionalidad de la pregunta para llamar a una consulta popular (ver infografía).

¿Qué posibilidad existe de que otras organizaciones políticas se unan a esta propuesta? Geovanni Atarihuana, director de Unidad Popular (UP), reconoce que es necesario ir a una Asamblea Constituyente y lograr que el país recupere la independencia de poderes.

“Pero, por el momento, me parece que es una idea prematura. Eso debe ser más trabajado y consensuado con amplios sectores. No se puede correr el riesgo de que una idea así muera en el CNE”, manifestó.

Consejo de Participación en la mira

Tres son los puntos que deberían ser modificados en la Constitución, según la propuesta presentada por Balda y Machuca.

El primero se refiere a una reestructuración en la conformación del Consejo Nacional Electoral, para que en este organismo participen todas las organizaciones políticas.

Otro punto es la eliminación del Consejo de Participación Ciudadana, encargado de la elección de las autoridades de control. También se oponen a la reelección indefinida del presidente por considerar que, en una campaña, corre con ventaja sobre los demás aspirantes.