Hoy vence el plazo

El presidente de la República dio 10 días de plazo para que los ministros del Interior y de Defensa capturen a un criminal que se hace llamar Guacho y que trata de aparecer como guerrillero cuando es narcotraficante. Los ministros de Estado no son estudiantes díscolos para que se haya fijado semejante plazo; seguramente fueron ineficaces en el cumplimiento de sus funciones. Pero durante ese plazo perentorio tampoco han logrado frenar la arremetida brutal del narcotráfico colombiano. El excadete que ejerce de ministro de Defensa ha manifestado que no se aferra al cargo y el del Interior ha dicho que presentará su renuncia. La salida de ambos es consecuencia de su falta de capacidad y su incomprensión de las funciones que debían desempeñar en un momento de tanta gravedad, como el que se vive en la frontera norte, con secuestros y asesinatos de ciudadanos ecuatorianos por parte de la narcoguerrilla. Se afirma que ya ha sido propuesto para el cargo de ministro de Defensa un general retirado que cumplió funciones militares y civiles con éxito en los tiempos inmediatamente anteriores y se espera que el ministro del Interior dimita, aunque ha manifestado que seguirá trabajando. Ni el uno ni el otro pueden continuar; ambos han fracasado rotundamente enfrentando a la narcoguerrilla, que no para en mientes en sus tareas delictivas y ha pasado del secuestro al asesinato.

El país espera que sus reemplazantes sean personas que garanticen el éxito en las delicadas funciones que les toca desempeñar en los días inmediatos y durante el tiempo en que deban enfrentar la agresión de la narcoguerrilla colombiana, que reúne, según se ha dicho, más de dos mil disidentes de las FARC y que cuenta con el dinero del narcotráfico y las armas que proveen los traficantes de la muerte, que venden a unos y a otros el armamento para las tareas criminales que deben ejecutar.

El Gobierno Nacional está obligado a cumplir dos graves tareas inmediatas: vencer la agresión de la narcoguerrilla colombiana en un plazo perentorio y, reactivar la economía nacional que dejó en seria crisis el gobierno anterior. Para ello cuenta con las FF. AA. y la Policía Nacional y con un gabinete que debe integrarse con personas de alta calidad y grandes conocimientos económicos y sociales.