Desde la historia se ven las pugnas por el poder y la avaricia

La guerra entre Huáscar y Atahualpa fue por el poder del Imperio inca. La conquista de América por los españoles, por avaricia y poder. ¿La Revolución francesa solucionó el problema de los pobres? No. Robespierre decapitaba a todo noble (rico) y a todo aquel que catalogaba como “contrarrevolucionario”, hasta llegar a un autoproclamado emperador, Napoleón, y miles de franceses (pobres) muertos/mutilados en guerras “por la gloria de Francia”. ¿La Revolución bolchevique (Lenin, Stalin) mejoró la vida de los rusos?

Pregúntenle a los sobrevivientes de los gulags, a la mano de obra esclava, a las viudas, a los huérfanos. No se le puede preguntar a los millones que murieron de hambre. ¿El nacionalsocialismo de Hitler salvó al pueblo alemán? Estas pugnas y peleas no se dan por los pobres y oprimidos; se dan por avaricia, soberbia, poder. Atrás de todo se encuentran personalidades ávidas de poder, riquezas. ¿Es diferente lo que ocurre en Ecuador? No. Es una vil manipulación para satisfacer egocentrismos, megalomanías, avaricias de quienes se toman el nombre de los más desposeídos por ambición personal. La hipocresía de nuestros políticos comunistas/socialistas: hablan de igualdad mientras acumulan y disfrutan patrimonios de millones de dólares, coincidentemente, adquiridos en el ejercicio del cargo público.

Ernesto Ricaurte Vélez