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Hay que indignarnos por cada abuso contra un nino

Hay que indignarnos por cada abuso contra un niño

T odos los días deberíamos estar de luto porque en algún lugar del mundo, cada momento, mueren sonrisas, sueños, anhelos, esperanza, de todos aquellos niños y jóvenes que su dignidad ha sido arrancada y ultrajada porque han sido víctimas de violaciones, maltratos físicos y psicológicos, abandono y rechazo por parientes y/o por sus propios padres, utilizados en la prostitución infantil, pederastia, entre otras aberraciones.

¿Cómo es posible que no prestemos atención de estos acontecimientos que pueden incluso estar pasando en la casa que está junto a la nuestra? No seamos cómplices de estas atrocidades.

Pamela Ubillús