Hay que convivir con la naturaleza

Cada cual es feliz a su manera; en una parte del mundo, gente sencilla mañana le contará a sus nietos que, un día, salvaron a una ballena varada, como lo reseñó EXPRESO.

En otra, un médico de alto nivel, que exhibe como trofeo la cabeza disecada de Cecil (el león emblemático de Zimbabwe) contará con jactancia que esa “hazaña” le costó 50 mil dólares que pagó a un cazador profesional. (A un hijo del león lo mataron recientemente, como también informó este Diario).

Señor Director, los animales irracionales matan para sobrevivir; el hombre “civilizado” por deporte y placer y aún hace alarde de ello.

Miguel Ulloa Paredes