Hampones cada vez mas avezados

Al parecer ni la política de sacar a las calles a las Fuerzas Armadas ha disminuido el impulso delictivo, en Guayaquil, por lo menos. El último de una serie de asesinatos esta semana ha sido el de un hombre de 80 años que se dedicaba a vender morochos y al que robaron 20.000 dólares que guardaba celosamente en una caja fuerte en su domicilio. Dos días antes un rufián había matado al dueño de un restaurante en un barrio acomodado del Puerto Principal. Si los delincuentes no le tienen miedo a la policía y a los militares menos lo van a tener con nosotros los ciudadanos que no podemos llevar un arma para defendernos.

Lic. Juan Vargas