Halloween 2019

Nuestra generación creció con el incipiente nacimiento del festejo del día de brujas. Así nos hicimos fans de las películas de terror. Pero lo que vivimos los once días de pánico las supera. Imagino que todos andamos con una carga negativa al recordar esos tenebrosos días que nos marcarán para siempre, pues pasamos de ser un país con problemas, a una democracia inviable.

En todos los grupos a los que pertenezco se organizan reuniones de pensamiento para entender bien qué mismo nos pasó para llegar a toda esta violencia, a todo ese caos. Estamos asustados, agotados, y decepcionados por no haber podido ver las luces de alarma de que estábamos al borde del infierno. Dicen que cuando la noche está más obscura llega el amanecer, este se vuelve el mejor momento para la reflexión y para encontrar caminos que nos conduzcan hacia el bien común.

Este miércoles, la Asociación de Empresarios Cristianos invitó a un diálogo con monseñor Antonio Arregui y el empresario Luis Villacrés, en el cual nos cuestionamos varios temas. Monseñor nos explicó el pensamiento hegeliano de que permanentemente estamos en un desequilibrio entre tesis y antítesis, y que en esa lucha nace una tesis superadora como síntesis, que vuelve a desequilibrarse para buscar un nuevo equilibrio. Si este permanente deambular de la humanidad no tiene anclaje en las virtudes cardinales de prudencia, fortaleza, templanza y justicia, el nuevo escenario será menos bueno que el anterior; sobre este caminar descansa toda la moral humana.

Estamos en una lucha entre el capitalismo feroz y el socialismo violento, y en ella perdimos los principios ¿No será hora de descalificar la violencia y construir esa nueva tesis política, social y económica que supere el caos y nos lleve a la armonía? Que la fuerza irracional no se siga evidenciando y que la violencia no ocupe el espacio de esas virtudes cardinales. Luis Villacrés nos dio la frase bíblica como respuesta: “Al mal se lo combate con el bien”, y allí todos debemos aportar, personas, familias, empresas, iglesia, sociedad civil y clase política.