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La guerra que se vive en Nueva Prosperina

171 personas fueron detenidas por microtráfico de enero a junio en el distrito Nueva Prosperina.

Escena. El cuerpo de Jaime Peralta fue sacado de su domicilio en medio de la consternación de los vecinos.

Caminan rápido, evitan hablar con la gente y cuando ingresan a sus casas cierran todas las puertas y ventanas. Nadie quiere saber más de lo que debería. Tienen miedo a las represalias.

La muerte de Jaime Peralta Correa, de 19 años, suscitada la tarde del martes, destapó una problemática que desde hace varios años dicen vivir los habitantes de la cooperativa Nueva Prosperina, en el noroeste de Guayaquil. El alto consumo y venta de drogas desencadenó una lucha constante de territorios.

El coronel Germán Cevallos, jefe de la Dinased en la Zona 8, explicó que Peralta era un expendedor de droga en pequeñas cantidades que fue asesinado luego de que recibió una amenaza de sujetos pertenecientes a otra organización.

Según datos de la Dinased, el joven estaba dormido en su cuarto cuando varios sujetos forzaron las puertas de su casa, le propinaron cuatro tiros por la espalda y escaparon a bordo de una motocicleta. “No era la primera vez que intentaban asesinarlo, ya lo habían amenazado en otras cinco ocasiones. Todo el barrio sabe quiénes fueron, pero nadie dice nada porque luego los matan por ‘sapos’”, manifestó uno de las vecinos.

‘Lucy’ vive desde hace 20 años en el sector y menciona que desde hace tres las peleas por venta de estupefacientes no terminan. “Yo ya le dije a mi hijo que voy a vender esta casa y que voy a regresarme a Esmeraldas. Aquí ya no se puede vivir. Todos los días hay que cuidarse de no cruzarse con alguna bala perdida. Vivimos en medio de una guerra”, indicó.

La opinión fue corroborada por otras tres vecinas que se acercaron a comprar víveres a una tienda contigua. Una de ellas acotó que el último cruce de balas se había producido el lunes en la noche.

La mañana de ayer, los allegados a Peralta esperaban el arribo del cuerpo a la casa de su madre, ubicada a unas seis cuadras de la escena del crimen. Su prima dijo que tenían miedo de dar información, pues los integrantes de la banda que asesinó a su pariente estaban dando vueltas por el sector. “Usted sabe que cuando encuentran al muerto boca abajo el que lo mató no va tan lejos. Por el resentimiento el muerto no lo deja ir lejos”, dijo.

Ellos apuntan a alias ‘Cojo’ y a alias ‘Chiquita’ como responsables de la muerte del joven, pero ven lejos la posibilidad de que alguno sea detenido. “La policía sabe quiénes son. Hacen como que los detienen, los dejan libres a los dos días y luego ellos vienen a matarnos a nosotros”, se lamentó la tía del fallecido.

“Queremos resguardo policial”

Los familiares del joven fallecido solicitan resguardo policial porque creen que los victimarios regresarán a realizarles alguna advertencia. “Hemos estado aquí (en el barrio) todo el día y no hemos visto a ningún patrullero”, dijo la madrina de Peralta.

Otro familiar explicó que al menos cuatro bandas se disputan esos territorios y que esta vez asesinaron al joven porque él siempre les pedía que se vayan del lugar. “Queremos que limpien el nombre de Jaime, él no es vendedor de droga”.