Escasez. Carlos Orellana muestra el área que debería ocupar el stock de placas para vehículos y motos.

Guayaquil quiere emitir placas

La ciudad padece de un déficit de láminas. La ATM cree que la solución está en asumir la competencia.

La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) entregó el miércoles el último par de placas que disponía para vehículos nuevos. Ahora espera que la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) autorice una nueva asignación de láminas.

De concretarse hoy -como prometió la ANT-, la ATM deberá retirarlas en Quito para distribuirlas a las concesionarias desde la próxima semana. Eso implica que las flamantes unidades, que no pueden entregarse a sus dueños desde hace quince días, permanecerán detrás de la vitrina al menos una semana más.

La escasez de placas es frecuente en Guayaquil, principal argumento para que la ATM formalice ante la ANT la entrega de competencia para elaborar y emitir sus propios distintivos metálicos, incluso para vehículos usados.

Carlos Orellana, director de Revisión Técnica Vehicular de la ATM, sostiene que no es complicado elaborar una placa. “Se trata de una plancha de aluminio con números marcados, un logo de la ANT y holograma”, puntualiza.

No duda en que Guayaquil pueda asumir el reto de ofrecer ese servicio. Recuerda que durante la mitad del 2017 hubo un déficit de láminas. “Antes que exhibir un papel en el parabrisas, las concesionarias recurrieron a placas provisionales, que a mi criterio son más claras y reflectivas que las originales”, remarca.

Hasta hace un año, la ATM recibía un rango de placas, que son 9.000. Ahora se despacha con base en el histórico mensual, que en el 2018 promedió las 2.854 láminas.

Orellana indica que reciben cada quincena 1.500 distintivos metálicos, que por regular llegan con varios días de atraso.

Pero hay temporadas en que se dispara la venta de vehículos, como el Autoshow, que finalizó la semana pasada.

Ante la demanda, Orellana señala que la ANT se comprometió en entregar 4.000 placas por esta ocasión.

Buster Maldonado, presidente del gremio Poder Amarillo, concuerda con que Guayaquil emita sus propias placas. “Las provisionales son de buena calidad, pero no dejan de ser ilegales y son proclives a la falsificación. Por ello es necesaria la competencia”, opina.

Manuel Murtinho, director de la Asociación Ecuatoriana Automotriz (AEA), califica como “grave” la escasez permanente de láminas. Es del criterio que Guayaquil retome la elaboración de placas, competencia que tenía en la época de la entonces Comisión de Tránsito del Guayas (CTG).

El año pasado, en Guayaquil se matricularon por primera vez 34.256 vehículos y 26.291 motocicletas, según la ATM.

De enero a mayo del presente año, 11.055 unidades fueron retenidas por circular sin placas, de las cuales el 52 % fue motos, 40 % vehículos livianos y 8 % automotores pesados.

El Código Orgánico Integral Penal (COIP) sanciona con el 30 % del salario ($ 118,2) por ocultar o alterar las placas. En Guayaquil es un sueldo ($ 394), de acuerdo a una ordenanza.

Una opción en cantones

La competencia de la emisión de las placas es un tema que genera expectativa a municipios que han asumido la revisión técnica vehicular.

Dalton Narváez, alcalde de Durán, considera que es lo más viable ante la deficiencia en la distribución de las láminas por parte de la ANT.

Francisco Asán, de Milagro, indica que analizarán la competencia después de octubre, fecha prevista para que el cantón guayasense obtenga la categoría A en tránsito.