Guayaquil: ciudad o puerto
Es dilema de largo tiempo, de concepciones e ideas variadas que tiene un problema geopolítico de Guayaquil-Litoral. Para los andinocéntricos y apologistas del centralismo, es solo puerto. Excluyen su realidad de ciudad-capital de provincia. También de ser eje estructurador y dinámico de la socioeconomía que crea-recrea la economía agromercantil como centro del desarrollo capitalista del país.
En tiempos coloniales lo hizo por la vía de tres productos: cacao, tabaco y paja toquilla. Además de maderas y astilleros que cumplieron su rol en la configuración del papel protagónico y hegemónico-económico del Litoral.
Algunos historiadores ingenuos creen que es lo mismo. No es así. Pues los españoles no fundaron un puerto sino una ciudad con entrante de mar (el golfo) que la proteja y le dé salida al océano. Eso buscaron los sucesivos traslados de ella.
Para la burocracia centralista la palabra puerto basta. Para los auténticos guayaquileños es una ciudad portuaria. A eso no renunciemos. Pues detrás está la visión exclusiva que impuso la burocracia colonial: “Guayaquil como puerto-puerta de Quito”. Esta expresión afirma la intención de subordinación, no reconocimiento y desvalorización de su realidad socioeconómica, geopolítica, cultura e identidad.
En un aniversario más de su fundación española es imprescindible comprender la naturaleza e intensión de los centralistas y acólitos. Aceptar que Guayaquil es “solo puerto” y no la ciudad configurada como centro-eje de la actividad mercantil capitalista del litoral y del país es renunciar y conceder un aspecto fundamental de la geopolítica local, regional y nacional en la cual no hay que conceder un milímetro.
Por eso el 25 celebramos un año más de la fundación española en sentido estricto del traslado que realizó Orellana de la urbe guayaquileña. Así lo dicen las crónicas coloniales. Así lo canta el poeta-filósofo guayaquileño jesuita, Juan Bautista Aguirre en el siglo XVIII: “Guayaquil ciudad hermosa/ de la América guirnalda/de tierra bella esmeralda/ y del mar perla preciosa...”.
Por esto los guayaquileños no podemos ni debemos conceder ni renunciar a la identidad geopolítica de Guayaquil como ciudad portuaria mercantil-capitalista.