Que es Guayaquil

Una ciudad es más que un simple trazado geométrico de calles, manzanas y solares. Es, fundamentalmente, un sistema dinámico en permanente construcción y mutación en el tiempo.

Una ciudad es un artificio indispensable donde hombres y mujeres, como seres interdependientes, interactúan con otros seres humanos permitiendo que, de esta manera, se satisfagan sus múltiples necesidades: materiales, sociales, culturales, estéticas, espirituales, entre otras. Es también un espacio significativo, modelado a lo largo de los años, que refleja modos de habitar y formas de relacionarse de sus habitantes con su entorno circundante.

La ciudad es un invento y un fenómeno y como tal debe ser abordada. Pero la urbe no es solo un concepto, sino también es una materialidad física construida en la historia y conformada por un entorno natural, por edificios, calles, monumentos y espacio público. Es además, un texto donde se pueden hacer diferentes y múltiples lecturas, desde su ubicación en un lugar determinado; su forma, resultante de la elección de un modelo urbano particular; sus destrucciones y reconstrucciones; su crecimiento y desarrollo; sus complejidades y contradicciones; sus lugares de encuentros y desencuentros; sus hitos y monumentos; su carácter y vocación, hasta su papel como escenario de transformaciones históricas y hechos relevantes.

La historia de Santiago de Guayaquil es la crónica de una ciudad donde un modelo urbano fue sustituyendo a otro al tratar de resolver su vulnerabilidad y desorden de origen, y donde los procesos de planificación han fracasado al quererse imponer, aun cuando hayan quedado rezagados por la propia dinámica de su acelerado crecimiento.

Una ciudad con grandes problemas, contradicciones y carencias, pero también compleja, diversa y rica por su gente, por sus cerros, su río y sus esteros; por su paisaje; por su carácter y dinamismo; por sus imaginarios; por su arquitectura y sus monumentos; por sus mitos, sus tradiciones y sus leyendas. Todo eso, y más, es Guayaquil.