Como siempre sucede en nuestro país, nadie responde por nada. Todos quienes se considera que tienen alguna implicación en un acto doloso, como Fuente Ovejuna dicen “todos a una”, yo no fui. Esto es lo que sucede actualmente con la fuga del exsecretario de comunicación Fernando Alvarado.

Por la Asamblea Nacional han desfilado todos los funcionarios que de acuerdo con la ley deben responder por la fuga de este ciudadano. Mas, todos se declararon “locos”, nada conocen ni saben, por lo que dejaron a la ciudadanía sin saber a qué atenerse.

Sarcásticamente, el pueblo ecuatoriano, al que lo creen tonto sin serlo, dice que así como cuando se produjo el escándalo de la valija diplomática le echaron la culpa de tal infracción a los perros que tuvieron a su cargo determinar la existencia o no de droga en una valija, de igual modo ahora, en lo tocante a esta fuga cinematográfica, se echa la culpa a los grilletes.

Esta explicación nacida de la chispa popular debe ser tomada en cuenta para que se termine en este país con el uso del grillete electrónico que se coloca en el cuerpo de una persona para dizque evitar su fuga.

Se ha establecido por investigaciones practicadas en relación con este caso, que la plataforma tecnológica que detecta el mal uso de un grillete dejó de funcionar mucho tiempo atrás, previo a la fuga, sin que las autoridades que debieron haber informado esta anomalía lo hayan hecho.

¿Para qué entonces sirven los grilletes?

Se dice que en el Ecuador hay más de dos mil individuos que portan el grillete electrónico. Como la plataforma para nada sirve, es más que seguro que los usuarios de los grilletes continúan en sus fechorías, a sabiendas de que nadie los vigila.

El país está cansado de tanta farsa. En lugar de decir “yo no fui”, es necesario que se dé con los autores materiales e intelectuales de esta fuga rocambolesca, para que el Ecuador no continúe siendo engañado por tanto tiempo.