La caleña interactuó varias veces con el público y agradeció el apoyo incondicional.

Greeicy encanto en la Feria de Guayaquil

Fueron tres días de celebración continua por los 198 años de independencia de Guayaquil. Se ofreció un variado show musical.

Fueron tres días de celebración continua por los 198 años de independencia de Guayaquil, en los que se ofrecieron diversos espectáculos gratuitos.

Se abrieron el viernes 5 con el venezolano Nacho, quien cantó en la avenida 9 de Octubre; luego, al día siguiente fue el panameño Joey Montana quien hizo bailar a todos los que se dieron cita en el Centro de Convenciones, y el domingo el broche de oro, en el mismo lugar, lo impuso la colombiana del momento, Greeicy.

Fanáticos, entre jóvenes y adultos, empezaron a llegar al lugar desde el mediodía para escoger un buen sitio. La espera fue larga, pero valió la pena, así lo afirmaron las integrantes del club de fans de la artista, que desde que llegaron no se despegaron de la reja para ver en primera fila a su ídolo.

A las 21:45 y con incontables gritos de “Greeicy, Greeicy”, apareció la artista con un entallado pantalón negro de cuerina, unas botas rojas y una ligera blusa de flores que dejó al descubierto parte de su marcado abdomen.

Con un “buenas noches Guayaquil”, el público se encendió y durante 45 minutos la acompañaron coreando todas sus canciones. En la mitad del espectáculo aparecieron directivos del evento para darle una placa de reconocimiento. Ella contestó a ese gesto que espera que la inviten todos los años a ser parte de estas celebraciones.

Cuando estaba interpretando No te equivoques, una bandera de Ecuador llegó a sus pies y no dudo en cogerla y abrazarla. Ayer en sus historias de Instagram subió una foto de ella con un texto que decía “Siempre será un placer Ecuador”.

La caleña se despidió de la audiencia con Amantes, tema que lo canta junto a su novio Mike Bahía y el que la ayudó a consagrarse en la industria.

Antes de empezar a cantarla, no dudó en dar un romántico mensaje al público, diciéndoles que espera puedan encontrar a una persona que los haga feliz tal y como ella lo tiene y que “cuando tenga 80 años quiero voltearme y estar cantando esto junto a él”.

Los asistentes se quedaron con ganas de un poco más y tras los gritos de “otra, otra”, decidieron cruzarse las rejas para ver si al menos podían verla más de cerca.