Giuseppe y Giuseppina
Con 31 años y una carrera como cantante totalmente terminada, la Strepponi tomó la osada decisión de mudarse a París, en donde nadie la conocía, e iniciar una nueva carrera como profesora de canto. En un año, para 1847, tenía un estudio repleto de alumnos y era parte importante de la escena artística parisina. Contaba con suficientes ingresos, una bonita casa en el número 13 de la rue de la Victoire y pudo mantener a su familia que aún vivía en Italia.
No sabemos cuándo Verdi y Giuseppina se convirtieron en amantes. La mayoría se inclina por fines de 1847 en París. Verdi había estado en Londres para supervisar el estreno de su ópera “I masnadieri” (Los bandidos). El lunes 25 de julio Verdi partió para París a descansar y además comer bien y tomar buen vino. Alquiló un departamento en la rue Nueve Saint-Georges, a la vuelta de “ya se imaginan ustedes quién”. Las visitas comenzaron casi de inmediato, y para fines del año, Giuseppe Verdi y Giuseppina Strepponi abiertamente vivían juntos. Se habían conocido 8 años atrás cuando un joven, tímido y temeroso, estrechando la partitura de Oberto, con sus sudorosas manos se presentó a la “prima donna” Strepponi en Milán. En esos 8 años ambos habían atravesado momentos de agonía y sus personalidades se habían forjado en el fuego de la tragedia.
No exagero al decir que su mutuo sufrimiento y compasión por el otro los unió tanto como el amor y la pasión. Verdi tenía 34 años y Giuseppina 32, pero ambos eran mucho más viejos que lo que su edad cronológica decía. Ambos odiaban las recepciones y banquetes que eran regulares para el tipo de celebridad que Verdi era. Ambos amaban su privacidad al extremo y preferían la sencillez y la simplicidad a una vida de boato y la tranquilidad del hogar a cualquier ambiente social. Probablemente la razón principal por la cual su relación pudo consolidarse en París, fue porque los parisinos supieron respetar su privacidad a pesar de su calidad de celebridades. Su cohabitación como adultos sin estar casados, no causaba escándalo en la cosmopolita, liberada y madura élite artística y social de París.