El giro de Italia contra Europa

Hace menos de dos meses el populista Movimiento Cinco Estrellas (M5E) y la Liga (de derecha) formaron gobierno en Italia; es muy pronto para saber en qué políticas concretas se convertirá la retórica de campaña de la coalición. Tal vez sus contradicciones internas limiten su acción legislativa o provoquen su caída (antes de las elecciones de mayo-2019 para el Parlamento Europeo), pero ya se ve lo que implica la postura antieuropea del gobierno italiano respecto de Europa. La coalición es el primer caso de un gobierno abiertamente contrario a la UE que llega al poder en un Estado fundador del bloque. Aunque su postura radical es en parte respuesta al deslucido desempeño de la economía italiana en las últimas dos décadas, esta clase de política antisistema ha prendido también en otros países europeos a los que les ha ido mejor. Mas no es una excepción, Italia puede ser preanuncio de lo que aguarda a muchos otras naciones tras las elecciones de la UE. Ya en el poder, el nuevo gobierno italiano adoptó una política de mano dura contra la inmigración. Matteo Salvini, líder de la Liga y actual ministro del Interior, fustigó a la UE por dejar a Italia sola frente a la llegada de solicitantes de asilo; aunque su retórica suele ser racista e incendiaria, tiene razón en que la crisis de refugiados demanda una solución colectiva. El desafío de Italia a la UE en política migratoria ya obligó a los Estados miembros centrales, como Alemania, a empezar a considerar la búsqueda de soluciones negociadas al problema. Lo más probable es que los gobiernos que simpatizan con la postura de Salvini sigan aplicando unilateralmente políticas que pueden poner en riesgo el sistema Schengen (que permite viajar por la mayor parte de la UE sin mostrar pasaporte) pues sus acciones van en esa dirección. En política económica, el nuevo gobierno italiano ha introducido el “decreto dignitá”, que revierte algunas de las reformas del mercado laboral implementadas en el gobierno anterior de centroizquierda. La nueva norma dificulta el despido de trabajadores con contrato permanente y limita la contratación temporal sucesiva. Un análisis técnico del Instituto Nacional de Previsión Social -INPS- predice que la norma provocará destrucción neta de empleo, con efecto negativo sobre el presupuesto nacional, a lo que el gobierno amenazó con despedir al presidente del INPS. El ataque gubernamental a la independencia del servicio civil da una idea de lo que viene. El conflicto es mayor en torno a cómo reconciliar programas de política económica de izquierda y de derecha, dentro de los límites marcados por las reglas fiscales de la UE, lo que puede tornarse crítico si la coalición avanza en sus propuestas de ingreso ciudadano, reforma jubilatoria y rebajas impositivas. Cuestionar a la UE va bien con las bases electorales de ambos partidos de la coalición y otros gobiernos, pero es posible que la coalición esté tratando de impulsar la conversión de la UE en una federación más laxa, con restitución de atribuciones importantes a los gobiernos nacionales. Eso aumentaría la inestabilidad de la eurozona; sin reglas compartidas y políticas presupuestarias coordinadas, la moneda común es totalmente insostenible. Estamos a punto de ver cuánto daño puede hacer la implementación de un programa de antagonismo con la UE en un Estado miembro importante.