Gabriel Patiño: Música en el ambiente

Gabriel Patino: Musica en el ambiente

El decorador describe su hogar como un lugar contemporáneo con toques personales, donde no podría faltar su rincón musical.

Una colorida guitarra pintada en un lienzo de 2 por 1,20 metros, por el artista ecuatoriano Enrique Pareja, da la bienvenida a sus visitantes. La puerta de ingreso de su departamento, en Samborondón, tiene una particularidad: está hecha de madera y cuero (simulación de piel de tortuga), remodelada hace un año por nuestro anfitrión.

En la sala principal los ojos se van hacia un guitarrista (el favorito de su pequeña galería). La autora es Hellen Constante, hija del escultor, pintor y muralista Theo Constante. Es que Gabriel tiene una afición por las obras pictóricas. Para él es casi un pecado ver una pared sin un espejo o cuadro, que no faltan ni en el baño de visitas.

Otro elemento que destaca es un piano estadounidense de la década de los 50, que restauró porque cuando lo compró estaba completamente destruido. En él entona varias melodías, que envuelven al sitio. Y cuando no la produce Gabriel, esta sale de unos parlantes, pero la música está presente; es más, reside junto a su esposa Estefania Malta (embarazada de Gabriel) y su hija Alejandra; es más, desde enero trasladó su estudio musical al ático, sitio donde ensaya y graba con su banda Blurace, conformada por dos padres de familia de la escuela de su niña. El ambiente es pequeño, pero son grandes los momentos de inspiración.

Él... en detalles

No recurre ni al maximalismo ni al minimalismo, tiene los elementos decorativos que considera necesarios. Entre sus objetos más preciados están las máscaras de Venecia que ubicó en el recibidor.

Un teléfono antiguo, comprado en un anticuario de Quito, adorna la sala. Su tono dorado hace juego con el bar, enchapado en pan de oro y otros accesorios del mismo color, que él dice está de moda. Toques de metal, vidrio, acrílico, madera, porcelanato y piedra son empleados de manera armónica.

Una simpática escultura al pie del recibidor llama la atención. Es un niño boxeador de bronce, comprado en una feria de Nueva York por su tío, quien asegura que la imagen es similar a Gabriel cuando era un infante. Al principio le causaba gracia, hoy le ha tomado cariño.

El toque floral es exclusivo de la señora de la casa, quien con rosas aromatiza el ambiente, que con delicadeza y buen gusto fue tomado por la música...

Invaluables

Dentro de su ‘galería’ hay obras que tienen un gran valor afectivo, como el cuadro de su esposa que pinceló el nieto del inolvidable Theo Constante, Theo Marmolejo, quien fue su compañero de colegio. “Él presentó una exposición de rostros femeninos, lo hizo en un estilo moderno y colorido. Eso fue siete u ocho años atrás. También pintó a Estefania y yo enmarqué todas las creaciones”.

Pero hay una pieza más, cuyo artista es el propio Gabriel. Él elaboró un cuadro muy personal: se retrató con su cónyuge y no empleó ni óleos o acrílicos, sino clavos y gran creatividad, que dieron forma a la imagen de un par de enamorados. Cuatro meses le llevó realizarlo, pues tenía que calcular la medida exacta con la que tenía que aplastar cada uno de ellos.

Personal

- Es guayaquileño, tiene 32 años. Labora en diseño y decoración de muebles desde hace 13 años. Se inició trabajando en la fábrica de su tío, Julio Patiño, con más de 30 años de experiencia. En 2013 montó su propia fábrica y ha colaborado en diversos proyectos de arquitectos y diseñadores de interiores del país.

- En 2018 fue parte del staff de decoradores de Pycca, quienes promocionaron su línea de hogar, Colors.