Un reciente estudio revela que fumar cinco o menos cigarrillos al día puede causar casi tanto daño en los pulmones como fumar dos paquetes diarios.

Ser fumador social es igual de danino que ser uno habitual

Los fumadores sociales, a quienes probablemente escuches repetir frases como “uno al año no hace daño”, arriesgan tanto su salud como los que fuman como ‘chimenea’, según la Universidad de Columbia.

Los fumadores sociales, a quienes probablemente escuches repetir frases como “uno al año no hace daño”, arriesgan tanto su salud como los que parecen ‘chimenea’, según la Universidad de Columbia.

Un reciente estudio de esa institución expone que fumar cinco o menos cigarrillos cada día puede causar casi tanto daño en los pulmones como fumar dos paquetes diarios.

En esta investigación —publicada en la revista médica The Lancet— se realizaron pruebas a 25.352 participantes de 17 a 93 años, quienes se realizaron exámenes de espirometría, en los que se mide con un dispositivo la cantidad de aire que las personas pueden retener en sus pulmones.

Uno de los principales hallazgos fue que los fumadores ‘casuales’, que fuman cinco o menos cigarrillos al día, tenían una disminución en la función pulmonar que era similar a la de las personas que fuman más de 30 cigarrillos al día.

Lo que se vio afectado fue el volumen espiratorio forzado (VEF), que mide la cantidad de aire que una persona puede exhalar durante una respiración forzada.

En los fumadores que consumen menos de cinco cigarrillos por día, el VEF disminuyó un 68 %; mientras en los que consumen 30 o más cigarrillos por día, alrededor de cinco veces más.

Sobre estos resultados, la autora principal del estudio, Elizabeth Oelsner, dijo al portal Healthline que “los fumadores ‘sociales’ deben ser informados de que cualquier nivel de consumo de cigarrillos es malo para la salud, y deben ser fuertemente alentados y apoyados en sus esfuerzos por dejar de fumar”.

Cómo va ‘fregando’ el tabaco

De acuerdo a información de American Lung Association, los cigarrillos contienen alrededor de 600 ingredientes. Cuando se consumen, los cigarrillos crean más de 7,000 químicos, de los cuales al menos 69 de estos causan cáncer.

Varios de estos químicos también se encuentran en productos como quitaesmaltes, veneno para ratas e insecticidas.

Todos estos elementos tóxicos van dañando células dentro de los pulmones. Al quedar inflamadas e hinchadas, el cuerpo intenta regenerarlas; sin embargo, durante este proceso, el tejido pulmonar sano puede descomponerse mientras trata de reparar el daño por fumar.

Se estima que un fumador, en promedio, toma 10 bocanadas de cigarrillo durante un período de 5 minutos al fumar. Cuando una persona que fuma alrededor de un paquete de 25 cigarrillos al día recibe 250 “golpes” de nicotina.

El médico pulmonar y cuidados críticos, Russell Buhr, del Centro Médico Ronald Reagan en Los Ángeles (EE.UU.) explica a Healthline que la nicotina “puede causar daño a las células dentro de los pulmones, en particular las que ayudan a eliminar la mucosidad de los revestimientos”.

Agrega que “el hecho de que la mucosidad no se elimine adecuadamente puede causar daños en los tubos de aire dentro de los pulmones solo por el contacto directo, y también proporciona un buen hogar para que se muevan las bacterias y las infecciones”.

Buhr menciona que estas infecciones “pueden acelerar la disminución de la función pulmonar (como el VEF), además del daño directo de la nicotina y la exposición al humo del tabaco”.

El dato

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades pulmonares y cardiovasculares. Cifras de la organización indican que:

• Cada año, más de 8 millones de personas fallecen a causa del tabaco.

• Más de 7 millones de estas defunciones se deben al consumo directo y alrededor de 1,2 millones son consecuencia de la exposición involuntaria al humo del tabaco.

• En los adultos, el humo ajeno ocasiona graves trastornos cardiovasculares y respiratorios, como coronariopatías y cáncer de pulmón, aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante y causa complicaciones del embarazo y bajo peso del recién nacido.