Figura. En fotografía de archivo de 2010, el cirujano Paolo Macchiarini.

Fraude sacude la cuna del Nobel de Medicina

El Gobierno sueco echó a la élite directiva del Karolinska después de que una investigación externa sobre malas prácticas criticó duramente a la institución y la manera totalmente irregular en la que contrató y mantuvo en su puesto al cirujano italiano

El Gobierno sueco echó a la élite directiva del Karolinska después de que una investigación externa sobre malas prácticas criticó duramente a la institución y la manera totalmente irregular en la que contrató y mantuvo en su puesto al cirujano italiano Paolo Macchiarini.

El especialista saltó a la fama mundial en Barcelona, donde realizó trasplantes pioneros. No tardó en convertirse en una estrella en su campo. En 2010 fue contratado como investigador asociado por el Instituto Karolinska y también como cirujano por el Hospital Universitario Karolinska. En este segundo centro, el italiano realizó tres trasplantes de tráqueas sintéticas con una nueva técnica basada en células madre entre 2011 y 2012. Dos de los pacientes murieron tras las intervenciones, y otro sigue hospitalizado en EE. UU.

El Gobierno sueco nombra a ocho miembros del consejo de Gobierno del Karolinska, incluido el presidente. La destitución de cuatro de ellos ya se anunció en abril y el lunes se confirmó el relevo de otros tres. Un portavoz de la institución señaló que van a estudiar ahora si se debe indemnizar a las familias de los dos fallecidos y el tercer paciente que sigue hospitalizado.

El caso es un duro golpe para el Karolinska, una de las instituciones más prestigiosas de Suecia, y para el premio Nobel de Medicina, el galardón más alto al que pueden aspirar médicos y científicos en este campo y que es otorgado por una asamblea compuesta por 50 profesores de la institución.

El escándalo se había cobrado ya la cabeza del mandamás del instituto, Anders Hamsten, y de Urban Lendahl, secretario general de la Asamblea del Nobel, que dimitieron por haber defendido al médico a pesar de las repetidas denuncias de que había falsificado su currículum y exagerado los resultados de sus trasplantes. Además de Hamsten y Lendahl, otros dos miembros de la Asamblea habían dejado sus cargos por la investigación del caso.

Sten Heckscher, expresidente del Tribunal Supremo sueco, se declaró “atónito” por las malas prácticas que encontró en el Karolinska. Desde febrero, el jurista dirigió una investigación independiente del caso que le encargó la propia cúpula de esta institución universitaria después de que un documental en la televisión pública sueca denunció el escándalo médico. En su informe, publicado el lunes, Heckscher y otros dos investigadores concluyen que Hamsten, entonces vicecanciller del Karolinska, forzó el fichaje de Macchiarini en 2010, se saltó las normas de contratación e ignoró las denuncias de posibles irregularidades que ya habían llegado a oídos de la institución.

“En mi vida he visto unas referencias tan malas”, aseguró Heckscher. A pesar de todas las alarmas sobre los datos cuestionables en sus estudios y currículo, resaltó, el Karolinska renovó al médico italiano en dos ocasiones, 2013 y 2015, con una “una sorprendente falta de interés de intentar averiguar más sobre su trabajo antes de ampliar su contrato”. El instituto “no puede ser absuelto de responsabilidad” en los trágicos resultados de las operaciones, concluye el informe.

Una investigación similar realizada en el Hospital Universitario Karolinska, donde operó el cirujano caído en desgracia, denunció que el caso fue posible gracias a una “cultura del silencio” que acalló sistemáticamente las críticas hacia cualquier superior e ignoró las denuncias de otros médicos.