Fra-ternas

En algunos órganos estatales, la constante es “aparentar que están cambiando todo, para al final, luego de un ligero maquillaje, no cambiar nada”, y el ejemplo palpable es la administración de justicia. Pareciera que “algunos” no han entendido adecuadamente la voluntad popular expresada en la consulta de febrero del año en curso, pues es abrumador el cuestionamiento a los órganos de la Función Judicial; ello ameritaba no solo evaluar y cesar a sus integrantes, sino también garantizar la mejora, objetividad, imparcialidad y transparencia de los mecanismos de selección de sus autoridades. Las ternas enviadas para la conformación del Consejo de la Judicatura por los órganos facultados para hacerlo provocan desconcierto en casi todos sus casos, no van en lo absoluto en línea con lo dispuesto por el soberano. Debería reglamentarse el perfil de los integrantes de las ternas para evitar una posible tomadura de pelo.

Impúdicamente, la Corte Nacional de Justicia integra la terna con dos jueces que, de ser designados, serán los que evalúen a sus compañeros nominadores. ¿Habrá imparcialidad en esa responsabilidad o se impondrá el espíritu de cuerpo?

Otra terna inexplicable es la propuesta por el fiscal general del Estado encargado y ni se diga la enviada por los miembros de la Asamblea Nacional. Nadie ha informado a los mandantes los criterios que estos usaron para sus conformaciones.

Los vocales del Consejo de Participación Ciudadana y la comisión seleccionadora tienen en sus manos una tarea histórica, por ello no les puede temblar la mano en exigir nuevos nombres si los sugeridos no cumplen con el perfil anhelado. Actúen de acuerdo a la voluntad popular y ejerzan un férreo control al momento de la designación.

Los ecuatorianos no solo exigimos una Corte Constitucional que no responda a los designios de quienes los nombraron, sino todo un aparato de justicia imparcial, con jueces competentes, probos e independientes, que defiendan los derechos del ciudadano por sobre los intereses del Estado, sin servir a ningún patrón de turno.