La final de ensueño

La final de ensueno

Mejor final de temporada que este imposible. Andy Murray y Novak Djokovic, número 1 y 2 del mundo, respectivamente, llevarán hoy la batalla por la cima del ranking ATP a ribetes históricos, al definir en el último partido, del último torneo del año, su consagración.

No hay tiempo, ni espacio para más. El que gane hoy la Copa de Maestros terminará el año como número uno, un hecho sin precedentes que realza el perfil de este torneo, considerado el quinto más importante.

Ambos, grandes amigos -casi hermanos- fuera de cancha, llegan invictos. Ayer, Murray tuvo que pasar en pista tres horas y 38 minutos y salvar una bola de partido ante Milos Raonic para vencerlo por 5-7, 7-6 (5) y 7-6 (9), mientras que Djokovic economizó energías en su victoria ante Kei Nishikori por 6-1 y 6-1, en 66 minutos.

Murray es el primero del ranking de la ATP -Asociación de Tenistas Profesionales, el organismo rector de la competición masculina- desde hace apenas una semana, gracias a una temporada espléndida.

Además de su segundo Wimbledon, conquistó este año una medalla de oro olímpica consecutiva en los Juegos de Río y los títulos de los últimos cuatro torneos antes del Masters, que cierra la temporada reuniendo a los ocho mejores.

Djokovic, por su parte, aspira a acabar el año como número uno por tercer año seguido.

Ambos tienen 29 años y una temporada agotadora a sus espaldas, pero el escocés llega más cansado y tiene un peor historial en este torneo, en el que disputa por primera vez la final.

Djokovic, en cambio, aspira a igualar el récord de seis coronas del suizo Roger Federer, tras las logradas en 2008, 2012, 2013, 2014 y 2015.

De perder, Murray podría encontrar consuelo en Rafael Nadal, porque el español tampoco ha ganado nunca la Copa de Maestros y fue número uno en tres ocasiones.

Para la familia Murray, existe la posibilidad de que dos de sus miembros acaben el año en la cumbre, Jamie en dobles -ya lo tiene asegurado- y Andy en individuales.

“Pase lo que pase este fin de semana, podemos mirar al año que dejamos atrás y estar muy orgullosos de lo que hemos hecho como familia”, dijo ayer Andy Murray.