Cuándo hemos de comprender que las mujeres deben ser respetadas. Son muchos los feminicidas que han agredido el honor de aquellas madres, esposas, y en esencia seres humanos que en las últimas décadas han sido víctimas de aquellos que nunca pensaron en el amor que debemos prodigarles. Es inconsubstancial a la naturaleza del ser humano el solo pensar en hacerles daño. La única forma de hacer evidente un cambio estructural de malas actitudes por acertados buenos procederes: es educar a niños y jóvenes a saber considerar a la mujer no como un objeto del derecho sino como un sujeto del derecho. El homenaje a la mujer es siempre amarla.

Eduardo Jiménez