Exceso de candidatos

En un año electorero y bisiesto como el que estamos viviendo, como la hierba mala que crece invernalmente, abundante y sin sentido, están apareciendo por todo lado y al amparo de las más variadas siglas, los aspirantes a suceder a Rafico en el sillón de Carondelet. De entre todos ellos, el pueblo, que es el que finalmente decide, cree que puede volver a salir un “outsider” que se lleve los lauros de la victoria el 2017, como ocurrió en el 2006, cuando el actual mandatario, que había tenido como único antecedente público el haber sido ministro del cardiólogo Palacio, dejó “con los churos hechos” a León Roldós, al que se lo daba como seguro triunfador en la contienda comicial de aquel entonces. Como la “derecha” se ha vuelto una muy mala palabra, de derechistas se acusan los unos a los otros para emerger con el cartelito de progresistas aunque, a la vez, no quieran que se los confunda con el Maduro venezolano y su socialismo de este siglo “problemático y febril”, como calificaba al siglo pasado el tango Cambalache de Discépolo. Y de esta manera ya se acusa a Lasso por haber sido banquero y a Alvarito de ser un empresario, mientras que Dalo Bucaram y Lenin Hurtado entran en la órbita dinástica de “herederos de sus respectivos papacitos”.

Por allí se murmura, a través de “radio bemba” y también de las chismosas redes sociales, que con el regreso de la ID, que está a punto de reingresar a los registros del CNE, aunque sin cambiar de nombre, al contrario de lo que hicieron los emepedistas y roldosistas, los “naranjas” podrían proponer la figura del general Paquito para entrar en la pelea presidencialista, aunque primero tendrían que dejar en claro si en esta nueva época se sienten arrastrados o alejados de la corriente de la Revolución Ciudadana. A su vez, el prefecto Jairala fue propuesto como candidato por su propio partido, el CDN. Y el Beto Acosta y Ramiro González piensan que “la esperanza es lo último que se pierde en esta vida... política”.

Trasladada la “reelección indefinida” al 2021, Correa ha presentado una “terna” encabezada por su propio Lenin y secundada por el “vice” Glas, entre los cuales estaría la opción para el “continuismo” que pretenden los “verdes” (pero sin plebiscito alguno, para que no les pase lo que a Evo en Bolivia).

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