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Eva Garcia Fabre: “Vivo agradecida por todo lo que me ha dado la vida”

Es la ministra de Industrias y Productividad y empiezo mi entrevista con uno de los temas de nuestra charla. “Mis hijos ya están grandes, todos casados”, comenta.

Eva García Fabre: “Vivo agradecida por todo lo que me ha dado la vida”

Es la ministra de Industrias y Productividad y empiezo mi entrevista con uno de los temas de nuestra charla. “Mis hijos ya están grandes, todos casados”, comenta.

Entonces, ¿vive sola?

Sí, por ahora.

Me sonrío, ella también, y me animo a preguntarle si está enamorada y me responde, un poco más iluminada de lo que ha estado durante toda la charla, con un “puede ser”.

“La vida es una aventura”, nos dice cuando nos remontamos a la época en que fue candidata con el expresidente Rodrigo Borja, “y sigo viviendo un serio compromiso con el país, como mujer, como madre, como un ser multifuncional que no es propio de todos los géneros. La política es un campo tradicionalmente reservado para los hombres, con honrosas excepciones”.

¿Qué aporte en particular considera usted que ha permitido una participación más activa de las mujeres en la política? ¿Un sentido más humanista, una visión mas holística?

Creo que todo ello, un poco. Hay características innatas de las mujeres, como su sensibilidad e intuición; además de que ser madre te da una sensibilidad especial y un compromiso adicional de querer un mundo mejor, de luchar por un país donde se queden nuestros hijos y nietos. Yo, particularmente, me he enfocado por una lucha contra la pobreza, cuyo resultado sea la prosperidad para todos. Creo que podemos construir un mejor país.

Pero parece que esa construcción no es fácil...

Tenemos que deshacernos de una vieja mentalidad y salir al encuentro de otra, con más autoestima, de lo que somos capaces de ser y hacer, y no solo me refiero a lo material, sino a lo moral y a lo ético.

La ética traspasa todo tipo de prácticas. La empresa privada ha tenido sus tropiezos y ha generado una percepción pública no siempre ética.

En lo público y privado la ética debe ser de principios inquebrantables. Y en este sentido los ministros debemos dar ejemplo, ser totalmente transparentes, de diálogos abiertos, no a escondidas. Mi gestión es de claridad y apertura. Tuve el honor de ser presidenta del Consejo Consultivo, Productivo y Tributario, una instancia que permitió un diálogo muy transparente con representantes de todos los sectores, en el que se revisaron realidades, problemas e hicimos propuestas.

¿Se han hecho realidad todas esas propuestas?

Unas sí, otras están en espera. Otras se van realizando paulatinamente porque la situación del país no lo permite aún. Desde el Gobierno estamos convencidos de que debemos de efectuar cambios... En la historia pasada nadie podía protestar o disentir, decían que todo estaba bien. La democracia se ejercía solo para determinados grupos. Ahora la democracia y la transparencia se notan en el ejercicio del derecho a decir que eso o aquello no me gusta, siempre con respeto. Esa libertad es un rasgo de este Gobierno.

¿Cuál sería el rasgo que debemos trazar para no pasar la vergüenza que estamos pasando en el ámbito internacional por los audios de funcionarios?

El mensaje del Gobierno es claro. El presidente de la República ha sido el primero en exigir que se transparenten muchos episodios que han ido revelándose del Gobierno anterior. Y a la par hemos estado trabajando en el plan de actividades productivas, porque el país no solo tiene que resolver el problema de la corrupción que existe.

¿Sobre qué estructuras podemos basar un camino para la productividad?

Si bien en los diez años anteriores se generó una plataforma de condiciones habilitantes como puertos, aeropuertos, carreteras, etc. el país quedó endeudado, se quedó con un sector productivo sin los bríos suficientes y carece de ciertas bases que ahora nosotros estamos dando.

¿Cuáles, por ejemplo?

Se está transparentando mucha legislación y se está elaborando una nueva. Se han dado muestras concretas, por ejemplo, de apoyo al sector productivo, como es la derogatoria de la llamada Ley de Plusvalía, las rebajas del anticipo del Impuesto a la Renta y de las tarifas eléctricas, sobre lo cual se quejaba mucho el sector industrial. Estamos trabajando en una ley de atracción de inversiones y en estos momentos la estamos discutiendo entre todo el Gabinete con el fin de dar un marco estable para las inversiones. Sobre esto último, ya tenemos resultados a la vista, pues en casi siete meses hemos podido celebrar contratos de casi seiscientos millones de dólares. Podemos decir ya que tenemos inversión y reinversión.

¿Confianza, a pesar de que nuestra política nacional se ventila en CNN?

El país avanza a pesar de todo. Tenemos una política económica y ahora la estamos actualizando. Nuestra gestión va muy de la mano con los otros ministerios y con la Senplades. Antes había cierta distancia entre el frente económico y el frente productivo, en cambio ahora se los invita a participar en los diálogos. Toda política debe hacerse en función de la producción. Le he dicho al presidente Moreno que el cambio de modelo debe ser ahora, porque no podemos vivir de uno basado en el consumo y gasto público. Lo mejor es empezar una economía basada en el ahorro, inversión y producción. Hacia allá van enfilados nuestros objetivos.

En la política industrial, que es la que mejor responde, nosotros tenemos unos pilares muy sólidos, entre los cuales están la innovación, el emprendimiento, la calidad. La calidad es básica tanto para lo nacional como lo internacional. Y con relación al emprendimiento, estamos realizando el borrador de una ley para los emprendedores. Asimismo creemos que es necesaria una ley de quiebras. Esta debe resolver la situación de un individuo o empresa que quiebra para que no quede condenado de por vida.

Aparte de los números, ¿que más considera como ‘suyo-suyo’?

La verdad es que tengo muchos intereses en mi vida, puedo expresar lo feliz que me siento y las muchas energías que tengo. Siento que la vida es un viaje muy interesante, con experiencias enriquecedoras. Incluso los fracasos son también aprendizajes que debemos tener presentes.

¿Algún fracaso que le duela todavía?

No. Creo que todo lo he superado. He aprendido a perdonar y a pedir perdón. La meditación para mí es muy importante, sobre todo en épocas difíciles. Hace veinte años empecé a meditar y me sirvió como empoderamiento espiritual y para decirme a mí misma que nada me puede vencer. Ese es mi lema.

¿Cómo describiría ese poder de su espíritu?

Paz, felicidad por el deber cumplido con la familia, con la profesión, con el país. Muy agradecida con Dios y con las personas que me rodean porque por ellas tengo una visión holística, han sido quienes me han ayudado a ser mejor y a cumplir con los compromisos que desde muy pequeña ya mencionaba: derechos y deberes.

¿Su meta más cercana?

Creo que la vida me depara muy gratos momentos porque debemos ser conscientes de que tenemos que buscar la felicidad, un tema del que muy poca gente habla.

¿Qué la hace feliz?

Mi familia, mis orquídeas, mis plantas, mi trabajo... el desafío de cada día.

Mientras uno de los miembros de su equipo de trabajo le dice a la ministra que ya nos pasamos de la hora, le pregunto si en su vida política estaría dispuesta a asumir algún cargo de mayor envergadura, y responde que cree que sí. Y nosotros le agradecemos su tiempo.