El obituario deportivo internacional de este año vuelve a ser extenso. El fútbol, principalmente con la tragedia del club brasileño Chapecoense; así como el boxeo, el golf y el béisbol se vieron ensombrecidos para siempre con el adiós de verdaderas leyendas que dejan un gran legado.

En marzo 24, con la partida de Johan Cruyff, el jugador y entrenador que reinventó el fútbol, se dio una de las primeras bajas más sensibles. Derrotado por el cáncer de pulmón a los 68 años, dejó la huella de que nunca se encontró un futbolista que volviera a hacer el juego como él, y, aunque no pudo ganar una Copa del Mundo con Holanda, no dejó de ser considerado como uno de los más grandes por sus trabajos con el Ajax y el Barcelona.

Dos meses más tarde, el 3 de junio, se dio la campanada final para el más grande del ring de boxeo: Muhammad Ali. Muchos años de declive físico por el mal de Parkinson y 20 desde la mágica noche de inauguración de los Juegos Olímpicos de Atlanta, Ali plantó una dura pelea, la cual finalmente llegó a su fin en un hospital de Phoenix, a los 74 años.

El 16 de agosto fue el turno de Joao Havelange, el dirigente eterno del fútbol brasileño quien, a los 100 años, falleció en plenos Juegos Olímpicos. Havelange fue presidente de la FIFA por dos décadas en las que el organismo se volvió, a la buena y a la mala, la fábrica de riqueza que es hoy. Una infección respiratoria es la causa de su fallecimiento.

Ya en septiembre 25 fueron dos los deportes que se tiñeron de negro. El béisbol con la partida del pelotero cubano de los Marlins de Miami, José Fernández, y “el padre del golf”, Anderson Palmer. El primero, dejó este mundo tras sufrir un accidente a bordo de su lancha al regresar de tomarse unos tragos con amigos en Miami Beach. Fernández, de 24 años, empezaba a figurar como gran estrella de las Grandes Ligas y se aprestaba a un megacontrato que algunos estimaban llegaría a $ 200 millones de dólares.

En el caso del golf, ‘El King’ Palmer, acreditado como el hombre que popularizó al deporte cuando logró que este fuera transmitido en la televisión, dejó de existir a los 87 años. Su carisma y talento (fue cuatro veces campeón del Masters), son huellas que aún se mencionan, así como su rivalidad con Jack Nicklaus. ¡Paz en sus tumbas!