Estoicismo espiritual cristiano

Creerle a Cristo y obedecerle (no solo creer en Dios o seguir una religión) nos cambia la mente; es un verdadero lavado cerebral que nos fortalece y nos hace tener el control de los problemas; estos ya no son “graves angustias permanentes” que nos afectan la salud sino “leves tribulaciones momentáneas” ( 2 Corintios 4:17) que son manejables con tranquilidad.

Señor Director, como en la antigua Grecia de los racionalistas estoicos, nosotros, en cambio, nos volvemos “estoicos espirituales cristianos” por el poder de Dios y no por seguir religiones o filosofías humanas que no transforman a nadie (Colosenses 2:8).

Miguel Ulloa Paredes