Dinámica. Una mayor inversión inyecta dinamismo en el sector industrial, un motor de generación de empleo.

Estados Unidos crece 3 % y alienta al mundo

Aun con el efecto de los huracanes, la economía de este país demuestra su solidez. La inversión y el consumo crecen.

La economía de Estados Unidos mantuvo el ritmo de crecimiento en el tercer trimestre, pese al efecto de los huracanes Harvey e Irma en el consumo y la construcción. La expansión progresó a una tasa anualizada del 3 % (0,7 % intertrimestral). Es solo una décima menos que lo registrado en los tres meses anteriores. La Reserva Federal tiene, por tanto, luz verde para seguir adelante con la retirada de estímulos y subir los tipos de interés en diciembre.

La primera lectura del indicador es mejor de lo esperado. El consenso en Wall Street anticipaba un bocado en el crecimiento de medio punto porcentual. La doble tempestad afectó, primero, a Texas. Harvey castigo durante cinco días a finales de agosto toda la zona industrial de Houston, donde paralizó la ciudad y la actividad de las empresas del sector petroquímico. Dos semanas después Irma forzó a realizar evacuaciones masivas en toda Florida.

La gran cuestión estaba en ver la capacidad de resistencia que tiene la economía frente a estos eventos. Los economistas calculaban una moderación de un punto. Sin el efecto de los huracanes, por tanto, el patrón de crecimiento habría sido incluso superior al del segundo trimestre. El dato muestra que la base de la expansión es sólida en el resto del país y que el efecto de los huracanes se concentró en esas dos regiones. La inversión de las empresas creció un 3,9 % y el consumo se moderó al 2,4 %, una tasa que los expertos consideran suficiente para dar señales de que existe confianza. El comercio, la producción industrial, el gasto público, las exportaciones y el alza de los inventarios también dan un impulso.

La última vez que la economía de EE. UU. registró dos trimestres consecutivos con un crecimiento igual o superior al 3 % fue a mediados de 2014. El dato, en todo caso, está sujeto aún a dos revisiones y podría ser ajustado a la baja. El Departamento de Comercio, de hecho, aclara en la nota de prensa que no está en condiciones en este momento de calcular el impacto exacto que tuvieron los dos huracanes. El efecto del huracán María en Puerto Rico tampoco se mide.

La solidez del indicador, en todo caso, da argumentos a la Reserva Federal para seguir adelante con su estrategia de retirada de estímulos. El banco central de EE. UU. acaba de iniciar este mismo mes el proceso para desprenderse de los activos de deuda que acumuló durante la crisis, que ascienden a 4,5 billones de dólares. La idea es rebajarlos a 1,5 billones.

En diciembre podría llegar, por tanto, el que sería el tercer incremento en el precio del dinero este año, reflejo de que la economía sigue creciendo con solidez ocho años después de salir de la Gran Recesión.

El Congreso estadounidense acaba de adoptar, en paralelo, el plan presupuestario que servirá como vehículo a la rebaja de impuestos prometida por el presidente Donald Trump. Es el pilar fundamental de su plan económico, que busca un crecimiento superior al 3 %.

Una buena señal de consumo

El dato de una mejora en el consumo y una inversión empresarial anima a países que tienen a este mercado como uno de sus principales socios, entre ellos Ecuador.

Eso significa que la primera potencia mundial podrá comprar más, o al menos podrá mantener el ritmo de compras de productos no petroleros, que a agosto de este año sumó $ 1.807 millones a favor de Ecuador, versus los $ 1.672 millones que EE.UU. vendió a este mercado. El banano, el camarón, el cacao y otros productos ecuatorianos van a este destino.