Estados Unidos de America

Hoy en Latinoamérica nos sentimos el centro del universo. Y razones hay. Un presidente renuncia. Un expresidente es encarcelado. Y otro es vinculado con responsabilidad penal. Y justo cuando estamos en nuestro tope, ocurre. Donald Trump no participará en la Cumbre de las Américas. Enviará al vice. “Shock” ante semejante desplante. Uno de los pocos análisis sobre el tema (del Miami Herald, naturalmente involucrado; los otros medios estadounidenses solo cubrieron la noticia) afirmaba lo siguiente: “Tiene miedo a sentarse en la misma mesa con personas que ha insultado permanentemente durante los últimos tres años”. Aunque reconfortante el consuelo, nada más alejado de la realidad. ¿Trump cobarde? ¿Trump sintiéndose amenazado por quienes considera “inferiores”? Ni en su país da el brazo a torcer. La pregunta es por qué nuestro asombro. ¿Esperábamos más del presidente cuya política a su vecino inicia con la separación? La realidad es la siguiente: la importancia geopolítica de Latinoamérica para EE. UU. es nula. El otro extremo del mundo es más importante. La respuesta en Siria, su rivalidad con Rusia, la competencia con China. No va a bajarse de las ligas mayores. ¿Qué va a ocurrir? Durante esos días, luto. El primer grupo, constituido por los presidentes revolucionarios que ansiaban sus 15 de minutos de Goliat contra el gigante. A reescribir los discursos. Adiós al heroísmo. En el segundo grupo está la oposición venezolana, que esperaba que EE. UU. liderara una política regional y firme contra el régimen de Maduro. Y finalmente, nosotros. Sin Trump la Cumbre tiene casi la misma relevancia que la Unasur: nos perdimos las “puestas en su lugar” de lado y lado, y la cobertura mundial. Ahora, ¿cuáles serán los efectos? Primero, esperemos que la Cumbre se centre en el problema real: la corrupción en la región, y segundo, EE. UU. perdió la oportunidad de influir en países que (i) hoy se encuentran en proceso de redefinición y (ii) están a vísperas electorales. Conclusión: que en Latinoamérica se encuentre la mitad del mundo, es solo gracias a un paralelo.