
Los esmeraldeños conviven entre balaceras y extorsiones
Escenas de gente corriendo y cerrando sus negocios son cada vez más comunes en la provincia. Su tasa de homicidios es la más alta a nivel nacional
Se escuchan disparos en el aire. El pánico se apodera de la gente. Las mujeres corren con los niños en los brazos, los jóvenes y adultos ingresan a sus casas, bajan las puertas enrollables y en cuestión de segundos la avenida se queda abandonada, como si un virus hubiera escapado.
El escenario es el centro de Esmeraldas, en donde los negocios sobreviven entre balaceras, extorsiones o ‘vacunas’ y la falta del control del Estado.
A las 14:00 del miércoles 19 de octubre, los bancos, farmacias, restaurantes, bodegas, ferreterías, supermercados y colegios cerraron por temor. Los habitantes recibieron la “orden” de una banda delictiva de no trabajar durante el sepelio de uno de sus líderes. El miedo es ser alcanzado por alguna bala de metralleta, de las que los delincuentes hacen retumbar en el aire, como un ritual violento de despedida. Incluso la alcaldesa de Esmeraldas, Lucía Sosa, dispuso que los empleados municipales solo trabajen de 08:00 a 14:00.
La pandemia que afecta hoy a Esmeraldas es la violencia criminal. La provincia es la más insegura del país. Su tasa de homicidios es de 55,7 personas por cada 100.000 habitantes. Un nivel alto de violencia si se toma en cuenta que la tasa de homicidios de Colombia es de 27 y la de México 26 por cada 100.000 habitantes. Incluso la de Cali es de 44.
William Calle, jefe zonal de la Policía, acepta que el Estado ha abandonado varios sectores de Esmeraldas, en donde el 51 % de los habitantes vive en la pobreza, según el INEC.
“Aquí hay lugares en donde estas organizaciones les dan juguetes en Navidad a los muchachitos, les dan regalos, electrodomésticos. Entonces les tienen (pintan), en los grafitis, como líderes o como dioses”, dijo Calle en una entrevista radial con FM Mundo.
Alrededor de las orillas del río Esmeraldas, hay casas paupérrimas sin luz ni agua, tugurios en donde decenas de jóvenes se drogan o se dedican al microtráfico.
Calle dice que los delincuentes en Esmeraldas están mejor armados que la Policía. “Nosotros tenemos pistolas, ellos tienen fusiles”.
Basta ver los videos que los propios delincuentes suben a redes sociales. Se graban cargados de ametralladoras, fusiles de precisión, metralletas, fusiles de asalto y pistolas 9mm. Los mafiosos cierran calles y disparan a la nada para hacer sentir su presencia y su poder. Todo ocurre mientras Esmeraldas es, desde junio, zona de seguridad. “Hay 1.200 militares patrullando”, dice el Gobierno.
Calle reconoce que en las calles de Esmeraldas hay unos 3.000 integrantes de la narcobanda Los Tiguerones y otros 1.500 están en prisión. “Nosotros no tenemos el control de la cárcel. Hace 9 meses no se ha hecho una requisa. Dentro ellos están armados”. Afuera, en la calle, crece cada día el temor.
Detenidos por Extorsión
El 18 de octubre fueron capturadas tres personas sospechosas de extorsión, en Esmeraldas. Entre ellos está el padre William Jofre Alcívar Bautista o Negro Willy, cabecilla de Los Tiguerones. Esta organización criminal estaría recibiendo el apoyo de carteles mexicanos como Jalisco Nueva Generación. Tras los arrestos, las amenazas a la población civil se han recrudecido, sobre todo en la ciudad de Esmeraldas.
- Situación. Los policías de esa provincia son atacados por delincuentes violentos. 108 patrulleros han sido baleados, incluso el carro de Medicina Legal.