Escalando la guerra del poder

Lo que comenzó como una escaramuza de aranceles entre el gobierno del presidente Trump y el resto del mundo, va escalando progresivamente hacia una guerra de poder enfocada en las paridades de las monedas de los países involucrados.

La paridad monetaria influencia la competitividad de un país en el corto plazo y es teóricamente determinada por los saldos (positivos o negativos) de los flujos de capitales y comerciales entre una economía y el resto del mundo.

El gobierno Trump acusa a varios países, entre ellos China, de manipular el valor de sus monedas, desde sus bancos centrales, bajando artificialmente el valor de las mismas para compensar la pérdida de competitividad que los aranceles producen.

Si las ventas de China a los Estados Unidos de América bajan por efecto de los aranceles se afecta la paridad del yuan, divisa china. Por ello, la acusación de los americanos de que existe una guerra de monedas contra el dólar tiene una enorme dosis de razonamiento circular y constituye, básicamente, una manifestación de la imposición por la fuerza de la superioridad americana.