El director de la Junta de Beneficencia de Guayaquil es ingeniero químico, fue presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil y subsecretario de Comercialización en Agricultura. Se desempeñó además como gerente general de la Fábrica de Plásticos, de l

Ernesto Noboa: “No solo los hospitales estan en riesgo, sino la propia Junta”

Desde el pasado 2 de abril, EXPRESO ha publicado una serie de reportajes sobre la situación de la Salud en Guayaquil y la crisis que enfrentan sus hospitales emblemáticos por el dinero que les debe el Estado.

La Junta de Beneficencia de Guayaquil, una institución con 130 años de existencia y que el año pasado brindó más de 4,7 millones de atenciones en sus cuatro hospitales, enfrenta hoy una crisis: el Estado le debe 114 millones de dólares por derivaciones médicas (el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social le adeuda 72 millones y el Ministerio de Salud 42 millones). El director de la Junta, Ernesto Noboa Bejarano, dijo a EXPRESO que la situación que atraviesan pone en riesgo no solo la existencia de sus hospitales, sino de la Junta en general y explica por qué la institución tuvo que despedir a 1.500 personas en el último año y medio.

- Tres años de espera por el pago de la deuda, ¿cuánto más?

- La Junta de Beneficencia de Guayaquil no solo tiene cuatro hospitales (Luis Vernaza, Roberto Gilbert, maternidad Alfredo J. Paulson e Instituto de Neurociencias). Esta institución tiene además dos asilos de niñas, dos colegios, asilos de ancianos, dos cementerios y a lo largo de esta labor, además de los cuatro hospitales, en todos se hace beneficencia. Entonces lo que está ocurriendo no solo pone en riesgo la existencia de los hospitales, sino de la propia Junta. Es una crisis como no la hemos vivido en el pasado.

- ¿Por qué se ha dilatado tanto el pago de estas deudas?

- Venimos soportando la crisis de pagos desde hace unos tres años, tres años en que sobre todo con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social es con el que más problemas hemos tenido: cambio de administraciones, de funcionarios, poca continuidad...

- ¿Cómo han hecho para enfrentar esta situación?

- Hemos tenido que vivir prestándole dinero a la banca y tenemos que apalancarnos con los proveedores, a quienes también dejamos de pagar.

- ¿Han avanzado en los diálogos con el IESS?

- Quiero dejar claro que esto no es culpa de las administraciones actuales, que han heredado este problema, pero la administración actual tiene el deber de solucionarlo. Estamos en conversaciones con ellos, estuve en Quito el lunes pasado y están trabajando en el convenio de prestación de servicios de salud, que contempla un anticipo del 50 % del valor total del convenio, es decir, esto equivaldría a un pago anticipado, que es lo que el alcalde de Guayaquil propone.

- ¿Hay fecha?

- Todavía no hay fecha, pero tendrá que ser muy pronto, yo creo que debe ser en los próximos quince días.

- ¿Qué pasaría si no se cumple en ese plazo?

- Realmente sería muy malo porque no tendría recursos para operar los servicios.

- ¿Siguen recibiendo las derivaciones?

- Estamos recibiendo responsablemente todas las derivaciones que hacen el IESS y el Ministerio de Salud.

- Si no les pagan, ¿se pondría en riesgo estas derivaciones?

- Podría.

- ¿Cuánto les adeuda el Ministerio de Salud y cómo van las conversaciones?

- Con el Ministerio de Salud fundamentalmente hablamos de saldos de 2016 y del 2017, y parte del 2018. Esto suma una deuda de 42 millones de dólares, que están auditando permanentemente, pero asimismo damos servicios permanentemente. Lo importante es reducir esta deuda a máximo tres meses que es totalmente factible y seguir brindando servicios normalmente. También trabajamos con ellos en un convenio de prestación de servicios de salud en los mismos términos que con el Seguro Social.

- Desde el año pasado se difundió el rumor de que la Junta despidió a un gran número de empleados. ¿Hubo ese recorte?

- Sí. Teníamos una estructura organizada para atender a 600.000 pacientes del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social al año, el 2014 y 2015. Ya en el 2016 las derivaciones bajaron a 330.000, el 2017 a 152.000 y la proyección para el 2018 es de 72.000. Entonces lo que hemos hecho es llevar la estructura a un nivel que esté acorde con la demanda actual.

- ¿Eso significó el despido de cuántas personas?

- Aproximadamente en los últimos 18 meses podrían haberse retirado 1.500 personas.

- ¿Qué porcentaje implica eso del total del personal?

- Estamos hablando del 20 %.

- ¿Más médicos y enfermeras?

- A todo nivel, porque tienes que reducir la parte técnica administrativa acorde con esa reducción de camas.