Ecos. Velasco Ibarra, fallecido en 1979, en tiempos de campaña.

Las encuestas politicas y las campanas electorales

Según el diccionario de la RAE, la encuesta “es una averiguación o pesquisa, o un conjunto de preguntas tipificadas dirigidas a una muestra representativa para averiguar estados de opinión o diversas cuestiones de hecho”.

Aunque no somos especialistas en el tema, consideramos que se han perfeccionado tanto estos sistemas de encuestas, que se ha convertido en una verdadera profesión para quienes la manejan y se han creado grandes empresas, tanto a nivel nacional como internacional, para prestar sus servicios en toda clase de materias, tanto económicas como políticas.

En las campañas electorales, los medios de comunicación y los candidatos las utilizan para informar a la ciudadanía o para saber las verdaderas posibilidades de quienes buscan una posición política aunque, a veces, se critica los resultados que presentan las encuestadoras, según la persona que las ha contratado, pues tienden a favorecer a aquellos para quienes trabajan. Además, se cubren los encuestadores, señalando márgenes de error.

Las campañas, muchos años atrás. He tratado este tema por cuanto, en días pasados, recibí la visita de un valioso joven economista, empeñado en publicar un libro sobre los primeros años de vida del presidente Velasco Ibarra y especialmente el pensamiento político expresado en sus escritos cuando colaboró con el diario El Comercio de Quito.

En el libro se menciona la posición del presidente Velasco en lo referente a su criterio sobre la personalidad de García Moreno, del liberalismo de Eloy Alfaro y, en general, toda su vida. Lo interesante es, también, cómo el autor nos lleva a la transformación que sufre el personaje en el transcurso del tiempo. Uno era el Velasco joven y otro, quien con el tiempo y ya en la vida activa política tiene que adaptar sus ideas, sin traicionar la posición que se había formado desde el claustro universitario.

¿Se utilizaban las encuestas? Casi al término de la interesante entrevista que tuve, de golpe se me hizo una pregunta que me desconcertó un tanto: ¿Qué pensaba el presidente Velasco sobre las encuestas y qué papel desempeñaban estas en sus campañas electorales?

Podemos responder de sus tres últimas campañas. No recuerdo si ya existían personas o empresas dedicadas a realizar encuestas. Lo que sostenemos es que ni el presidente Velasco ni sus partidarios recurrimos a ellas.

Entonces, ¿cómo el presidente lanzaba su candidatura y hacía sus campañas para ser favorecido por el voto popular?

Casi nos atrevemos a afirmar que Velasco Ibarra hacía sus propias encuestas basadas en el contacto con el pueblo. Se crearon los comités populares donde partidarios, que vivían en los suburbios o barrios pobres, conformaban su directorio, ponían un letrero en las afueras de la casa e invitaban a su inauguración. No eran necesarias las multitudes: cuarenta o cincuenta personas eran suficientes y allí estábamos con nuestro candidato, quien daba su discurso incitando a sus partidarios a votar por él.

Así, el presidente Velasco se organizaba y efectuaba sus campañas: durante el día, recorrido por los pueblos montado en la plataforma de un camión, conversando con la gente, asomándose a un balcón. Dejando que la gente le extienda su mano, lo toque, hable con él. Nada de guardaespaldas, un simple carchense, que hacía de chofer, de ‘valet’, de guardaespaldas y que era capaz, en las carreteras de ese tiempo, hacer cuatro horas y media de Guayaquil a Quito, incitado por el candidato que le pedía más velocidad. Por las noches, visita a los comités y luego, al final del día, supongo, hacía su propia encuesta interna. Eso le valió instalarse en Guayaquil para dirigir su campaña, dándose cuenta de que aquí estaba su fuerza electoral.

El día de las elecciones, nuevamente, en la plataforma de un camión, recorríamos los recintos electorales, palpando la euforia que despertaba su presencia.

Los nuevos tiempos. No en vano ha transcurrido el tiempo. Los sistemas de publicidad están muy avanzados e incluso han surgido personas especializadas en el asesoramiento de candidatos, indicándoles qué deben decir, cómo hacerlo, incluso hasta cómo deben vestir. Son mercenarios de la política a la orden del candidato que los contrate, en el país que sea. Así, poseen los candidatos, suficiente material para conocer los resultados de sus campañas.