
El encargado dejo un grato sabor
Barcelona mantuvo su ADN, mostró un juego ofensivo y dominó a Delfín en todo el partido.
El Ídolo recupera terreno en la tabla. Barcelona derrotó a Delfín, este domingo 21 de abril, en el estadio Monumental Banco Pichincha, en un partido que sirvió para el cambio de mando del cuerpo técnico.
El rendimiento del cuadro canario era una incógnita, considerando la reciente salida de Guillermo Almada y la irregular semana que tuvo el estratega encargado, José Gavica, para preparar el compromiso.
Y esas dudas crecieron mucho más con el gol que anotó Roberto Ordóñez para Delfín en los primeros minutos, sobre todo, porque se dio tras un error de coordinación de los defensas centrales Xavier Arreaga y Robert Herrera.
Pero la respuesta del equipo torero fue buena. De inmediato tomó control de las acciones, encontró los espacios para meterse hasta la zona de finalización. Marcos Caicedo fue vital en esa tarea. Cada vez que tomó el balón llegó hasta la última raya y habilitó a los delanteros. Fidel Martínez fue el que más oportunidades recibió. En la primera falló su remate, a pesar de que estaba dentro del área chica. En la segunda, sin embargo, no perdió la calma y definió con sutileza para igualar con remate a un costado.
Sebastián Pérez también fue uno de los puntos altos. Se ubicó unos metros más adelante, con relación a Gabriel Marques, y sirvió para ejercer una presión alta que dejó sin respuesta a la visita.
Así, Barcelona mantuvo el acoso, siguió con el juego ofensivo por las bandas y gozó de nuevas chances.
El problema estuvo en la definición. Ángelo Quiñónez tuvo una muy clara dentro del área chica, pero su remate dio en el horizontal. El mismo Fidel tuvo otro remate de cabeza.
Hasta que llegó el segundo gol, un minuto antes del descanso. Robert Herrera se metió en el área rival, aprovechó una confusión, tomó el balón y definió con fuerza a una esquina.
En el segundo tiempo el partido bajó en intensidad. La expulsión de Carlos Garcés fue determinante porque Delfín dejó de atacar con muchos hombres y se decidió a cuidar su arco. La apuesta fue esperar el momento preciso para dar el golpe.
Y lo tuvo, pero lo desperdició cuando Máximo Banguera sacó el balón de los pies de Roberto Ordóñez.
Y en la respuesta, Barcelona liquidó en la recta final, con un contraataque que inició Marcos Caicedo y que terminó Leonardo Campana con un remate cruzado.