Locales. Hay comerciantes que improvisan carpas junto a los locales que no fueron afectados por el terremoto.

Las empresas, al rescate de tenderos manabitas

El aporte de la empresa privada, y especialmente con productos de primera necesidad, ha sido muy importante para los pequeños tenderos de varios cantones de Manabí, que lo perdieron todo en el terremoto del 16 de abril y que ahora ven crecer sus negoc

El aporte de la empresa privada, y especialmente con productos de primera necesidad, ha sido muy importante para los pequeños tenderos de varios cantones de Manabí, que lo perdieron todo en el terremoto del 16 de abril y que ahora ven crecer sus negocios con microcréditos y facilidades que estas les han brindado.

“Hay veces que en las entidades bancarias ya sean públicas o privadas, los trámites para realizar un pequeño préstamo de 1.000 a 2.000 dólares son muy engorrosos y nos piden requisitos que no tenemos a la mano”, indicó Fernando Mero, propietario de una despensa ubicada en la avenida 4 de Noviembre de Manta. Antes tenía otro establecimiento en la llamada zona cero, la más afectada por el terremoto, y donde no quedó nada de su negocio.

Mero es uno de los pequeños comerciantes y emprendedores que reconocen el apoyo del sector privado en la reactivación de su actividad económica. Las empresas, con la ayuda de las autoridades locales y provinciales, han buscado estrategias para no dejar caer a ese pequeño comerciante y, mediante estudios, encontraron el mecanismo para que sus productos vuelvan a brillar en las perchas.

Lo explica Estuardo Mazariegos, gerente de la empresa Tesalia, quien indicó que es todo un trabajo el que se ha realizado a raíz de la desgracia del terremoto, para dar impulso a la reactivación económica de los pequeños comerciantes o tenderos.

Hasta el momento, esta empresa ha contribuido con 285 tenderos y otros 2.000, según precisó el gerente, entrarán en la zona rural y 1.000 más en la zona urbana de los sectores devastados.

“Primero son sometidos a un censo donde se conoce sus necesidades inmediatas. Luego de eso, se les facilitan los equipos necesarios y los productos para que puedan empezar. La primera vez todo eso es gratuito y con el dinero de esa entrega, ya en una segunda cuenta con efectivo, pueden volver a adquirir los productos”, detalló Mazariegos.

Varias empresas de productos de consumo rápido o bebidas refrescantes han llegado con propuestas similares a estos pequeños comerciantes, para generar una nueva oportunidad de trabajo.

Mariela Toala, de Manta, perdió todo su negocio de venta de abarrotes, ahora ha vuelto a levantar otro en el centro de la ciudad con la ayuda de sus proveedores. “Fue muy difícil volver a empezar, porque en las entidades bancarias no nos facilitaban los créditos. Aunque se promociona mucho eso, para nosotros no se daba esa oportunidad. Gracias a Dios y a la confianza de los proveedores hemos salido adelante” indicó la mujer.