Todas las empresas nacen con el ansia de tener éxito en el negocio y obtener buenos resultados. Pero no siempre se alcanzan las metas. No basta con tener una idea genial, a veces, el proyecto se frustra por la metodología. Como remedio, el gerente general de EFQM (Fundación Europea para la Dirección de Calidad), Leon Toissant, compartió esta semana con ejecutivos y empresarios nacionales su modelo de excelencia.

No se trata de cambiar el objetivo de las iniciativas, sino adaptarlo a una metodología que garantiza el éxito. De las grandes y de las pequeñas, de las consolidadas y de los emprendimientos, de las públicas y las privadas.

No requiere inversión inicial, sino actitud. Se trata de que el líder empresarial se empape del modelo y lo transmita a todos los colaboradores. Lo principal es definir una estrategia para alcanzar los objetivos.

En una etapa de crisis como la que vive el país, adoptar criterios reconocidos internacionalmente sobre los procesos productivos de calidad significa salir más rápido de la estrechez económica. Y equivale a ganar competitividad en el mundo, ya que se igualan los estándares de funcionamiento y de producción que son adoptados en numerosos países.

La clave está en el liderazgo, a través del cual se conecta el pensamiento de todos en una empresa con la estrategia perseguida. SE