Las elecciones en Perú, realizadas el domingo pasado, han dejado algunas situaciones políticas dignas de comentarse.

Con más del noventa y cuatro por ciento de las actas escrutadas, resultados oficiales anunciándose poco a poco, con cautela por parte de las autoridades electorales y un pueblo esperando en calma, se desarrolla en Perú el conteo de votos para saber quién ocupará la Presidencia de la República en el vecino país.

La contienda es tan reñida (apenas medio punto de diferencia entre los dos candidatos), que ni Keiko Fujimori ni Pedro Pablo Kuczynski se han pronunciado, hasta la fecha de escribir este artículo, como ganador o perdedor de esas elecciones presidenciales.

¿Cuándo se conocerán los resultados oficiales? El martes pasado el representante electoral manifestó que aún faltaban por escrutar algunas actas de zonas alejadas que no habían llegado a las agencias descentralizadas, así como las actas del exterior, que esperaban escrutar hasta el día de ayer. Sin embargo, el domingo pasado ya las encuestadoras que realizaron el “exit poll” dieron resultados iguales a los oficiales anunciados hasta ahora.

Este hecho ha generado algunos aspectos a considerar, ya que el repunte de Kuczynski se produjo por factores políticos que fueron alejando a los dos candidatos en los últimos diez días previos a la elección. La sociedad civil se planteó en serio la posibilidad de que Keiko Fujimori lleve al Perú de nuevo al fujimorismo; a esto se unió la denuncia contra su candidato a la vicepresidencia, realizada poco antes de la elección. Pero sin duda lo que resultó un hecho determinante fue la marcha liderada por la excandidata presidencial que obtuvo un tercer lugar en la primera vuelta, Verónika Mendoza (desestimada por Keiko), en contra de Fujimori.

Por lo pronto, una vez que se haya definido de manera oficial al ganador y se posesione del cargo, el nuevo presidente peruano se encontrará con un país claramente dividido en dos tendencias muy parejas, con un problema central relacionado a la seguridad y una administración pública nada fácil en los siguientes años.

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