El más visible es Andrés Michelena. El ahora secretario de Comunicación está junto a Lenín Moreno desde su etapa como vicepresidente.

El Ejecutivo relega el debate de ideas y asume el pragmatismo

Agricultura. Rubén Flores resumió en 4 hojas y media su gestión. “Cuando asumimos un cargo público, sabemos que llegamos con la renuncia firmada”, dijo.

Era una ‘guerra’ declarada y las primeras víctimas son del frente autodenominado progresista en el Gabinete ministerial. Hace 15 días, EXPRESO contó cómo el frágil equilibrio que mantenía ese grupo frente a otro calificado de ‘derecha’ marcaba la rutina del Ejecutivo.

La cuerda terminó de romperse, como era previsible, por el lado económico. Los de izquierda (entre los que se cuentan los renunciados Augusto Barrera y Rubén Flores, que hasta el cierre de esta edición no habían sido reemplazados) se oponen a posibles medidas que afecten, dicen, a los sectores más vulnerables.

“No estoy de acuerdo con anuncios indiscriminados que generen situaciones de afectación a los servicios”, insistió Barrera ayer. El costo de la crisis financiera, dijo, debe recaer “fundamentalmente en los que más tienen”.

Sobre la mesa de discusión está un posible recorte de los subsidios a la gasolina súper (el presidente ha descartado revisar el aporte al gas y al diésel) o la disminución de personal en el sector social (lo sugirió Barrera) e incluso la concesión de las empresas públicas, esbozada por Santiago Cuesta, consejero presidencial.

Andrés Mideros, que hasta mayo pasado fue el secretario general de la Presidencia, lo resumió en Twitter. “Cuesta, el vocero del ajuste en lo social. ¿Para condonaciones y subsidios a la inversión privada sí alcanza la chequera del país?”, escribió.

Cuesta había justificado la salida de Barrera del Gabinete diciendo que el Gobierno gana porque “tenemos menos confrontación en el Gabinete (...) Lo que Augusto no logró entender es que la chequera del Estado se agotó”, dijo en entrevista con el portal La Posta.

Aunque él, a diferencia de lo que han reconocido otros ministros, niega un división ideológica en el Gabinete. Él mismo se dice de izquierda y dice que Moreno es de izquierda. Solo que hace una precisión a esa posición: “La política debe mirarse con pragmatismo”. Por eso, el debate de posibles medidas económicas o incluso la paralización de obras como la construcción de hospitales.

Él es uno de los nuevos hombres fuertes del Gobierno. En mayo pasado, tres figuras claves se unieron al entorno oficial del presidente: Cuesta, Eduardo Jurado y Richard Martínez. Ninguno de ellos, además, es o ha sido parte de Alianza PAIS.

Tal vez por eso el movimiento oficialista está preocupado. El nuevo secretario Gustavo Baroja, por ejemplo, parece más cercano a la posición de Barrera. Él también habla de proteger a los más pobres y no es partidario de concesionar todas las empresas públicas. La dirección de PAIS se reunirá hoy para plantear alternativas financieras al presidente.

Círculo presidencial

El primero

Mayo de 2017. Lenín Moreno asumió la Presidencia de la República. A su lado estaban quienes figuraban como sus más cercanos colaboradores: Irina Cabezas, Eduardo Mangas, María Fernanda Espinosa, Miguel Carvajal, Paola Pabón o Virgilio Hernández. Ninguno de ellos continúa en el Gobierno.

El recambio

Mayo de 2018. El panorama cambió radicalmente en ese mes. Apenas un año después, el primer mandatario mutó en su círculo de confianza. Los nuevos consejeros (con puestos creados específicamente para ellos) empezaron a llegar en marzo, con Juan Sebastián Roldán, y se completaron con el cambio de Gabinete de mayo.

Los de siempre

El más visible es Andrés Michelena. El ahora secretario de Comunicación está junto a Lenín Moreno desde su etapa como vicepresidente. También ‘rescató’ de su equipo anterior a Rosángela Adoum y Julio Bueno. Liz Giler es asistente personal y Sonia Robalino, exdirectora de despacho en la Vicepresidencia.

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