Que buscan callarlo y desmoronar su “moral revolucionaria” convenciendo al resto de que es corrupto. A eso suma supuestas amenazas de muerte e irrupción de “matones” en el despacho de su esposa; amenazas telefónicas y un acoso permanente en redes sociales.

Así reacciona Edwin Jarrín, vocal del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social y esposo de la asambleísta de PAIS, Soledad Buendía, a la denuncia formulada por Diego Vallejo, exconsultor de los ministerios de Justicia y del Interior del anterior Gobierno.

Vallejo envió una carta a la Fiscalía dentro del caso Odebrecht por presunta asociación ilícita que investiga a Ricardo Rivera, tío del vicepresidente sin funciones Jorge Glas (también procesado) y otras 16 personas, para aportar con elementos a la investigación.

Entre otras cosas, Vallejo señala que en enero de 2010 investigó una denuncia en contra de Glas, entonces ministro de Sectores Estratégicos. Afirma que esa pesquisa permitió generar documentos que determinaron la participación de Rivera en un viaje a China como delegado del ahora vicepresidente.

Asegura que la investigación se suspendió por disposición de Glas. Pero no solo eso. Vallejo recuerda que uno de los que conocieron de esa denuncia fue Edwin Jarrín, extitular de la Secretaría de Transparencia.

En un comunicado difundido el sábado, Jarrín aclara que “nunca me entregaron a mí ninguna denuncia”. Afirma que tampoco conoció nada y que Vallejo “les pregunte a sus jefes o quienes le contrataron qué hicieron con la denuncia”.

Además, Jarrín cree que “existe alguien con la ingrata tarea de desprestigiar a los que ellos consideran los ‘cuadros’ del correísmo o a los ‘leales al expresidente Correa’”.

Las afirmaciones del exconsultor son para Jarrín parte de una campaña contra él y la asambleísta Buendía.

Menciona que quienes lo acusan de haber desaparecido la denuncia contra Rivera, lo hacen a pesar de conocer que quien fue secretario de Transparencia era Sebastián Roldán.

En resumen, Jarrín considera que las menciones a su nombre son “para decirnos que callemos o ‘advertirnos’ que nos puede ir mal y que nos van a denunciar en los medios”.

Desde Estados Unidos, país en el que tramita un asilo, Vallejo dijo a EXPRESO que ha hecho una denuncia pública ante las autoridades por lo que considera han sido vulneraciones a la ley y la cosa pública. Indica que anteriormente ya lo hizo ante la máxima autoridad gubernamental, “como lo fue la señora Mariana Pico, secretaria del expresidente Rafael Correa, y ella me dijo haber encaminado esa denuncia a los órganos regulares”.

Ratifica Vallejo a este Diario que “quien se sienta aludido por esta declaración mía, deberá en el marco de lo legal responder por sus actuaciones”.

Finalmente, considera que ese es “el escenario idóneo para un tema tan serio, y no simples mensajes de texto que pululan en redes sociales”.

La esposa de Glas volvió de visita

Cinthia Díaz, esposa del vicepresidente sin funciones Jorge Glas, volvió nuevamente ayer a la cárcel 4 en Quito a visitarlo, aunque en el anuncio pegado en la puerta del centro carcelario de mínima seguridad dice que las visitas son los sábados a partir de las 13:00. Díaz llegó pasadas las 10:00 y su salida estuvo prevista para las 17:00. Llegó con un par de fundas y una mochila.

Además de Glas, en la cárcel 4 cumple prisión, entre otros, el excomandante de Policía, Fausto Tamayo, sentenciado por la presunta venta ilegal de pases.