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Educar en democracia

Para quienes trajinamos en el camino de la educación, nos resulta imposible pensarla sin libertad. El educarse, el hecho de tomar de aquí y de allá el conocimiento que requiero, el acto de construirme a partir de modelos y ejemplos como ser humano, el hecho de crecer y desarrollar mis capacidades y potencialidades, solo puede hacerse entre espíritus libres.

Si la educación reclama a la libertad para su esencia, mal puede entendérsela como un puñal que atente contra la democracia. La democracia, hija de la libertad, debe y tiene que hermanarse con la educación para alcanzar su pleno ejercicio, para identificarse y ser fuego vivo y permanente de la nación.

Vistas así las cosas, ningún modelo educativo honesto y transparente puede o debe convertirse en manipulador de la mente humana, o ser fragua para forjar matrimonios, o ser germen de conciencias elitistas, como se afirmó en Jaramijó. ¡Qué plural debió ser la educación que entregó en sus tiempos el Vicente Rocafuerte, el San José La Salle, el Cristóbal Colón o el IPAC, que pudieron dar a la historia presidentes de distintas tendencias, de diferentes estilos, cumpliendo sabiamente el mandato de respetar el libre albedrío de cada quien!

La educación particular por tanto, no atenta contra la democracia, como ligeramente se afirmó, la respeta y produce cuando desde la ciencia, la moral, la ética y la templanza, abre los caminos a cada quien para que se proyecte y en libertad absoluta enrumbe sus pasos.

Atentar contra la democracia es en cambio manipular la inteligencia, retorcer los argumentos, exacerbar los resentimientos o permitirle a una sola y exclusiva ideología, la presencia en el proceso formativo del estudiante. La búsqueda de la nación uniformada al mando del gobierno omnipotente y omnipresente, a cargo del Estado regulador y domesticante, resulta ser, eso sí, un atentado contra la libertad y el pleno vivir democrático.

No son en sí mismas la educación pública o privada las que dañan la libertad, sino el modelo único o la oferta plural que hayan elegido como vía para educar.