Termina ya el año 2019 y se mantienen en suspenso importantes temas de interés nacional. En esto han tenido mucho que ver los principales directivos del Gobierno central, la Asamblea Nacional y las autoridades respectivas que no han podido atender y resolver, de haber sido posible, una serie de problemas que no solo persisten, sino que se han complicado más con el pasar de los días.

Uno de los principales dolores de cabeza es el factor económico.

La innegable crisis se agudiza, a pesar de las disposiciones tomadas. Una de las principales fue la fijación del nuevo precio de los combustibles buscando eliminar el contrabando a los países vecinos. Ya sufrimos los problemas nacionales de octubre último, con el saldo de varios muertos, heridos y edificios públicos asaltados y hasta parcialmente destruidos como la nueva Contraloría en Quito.

Pero el Gobierno debió dar marcha atrás en vista de las circunstancias, aunque el problema persiste, además de que ahora ha surgido la fuerza política de la comunidad indígena, y hasta con pretensiones presidenciales de algunos de ellos...

El jefe de Estado ya anunció que esas medidas tienen que dictarse en el 2020, pero esta vez todo se planificará para evitar los graves problemas que tanto nos afectó.