CHINA
Apuesta. China ha multiplicado la inversión en la región en lo que va del siglo XXI, en comercio y otras áreas.EFE

La UE, el tercer socio que va a la pelea por la región

Europa se visualiza como un aliado mayor de Latinoamérica ante la competencia de China y EE.UU.

España presidirá el Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023, un año en el que se prevé que podrían estrecharse las relaciones con América Latina y el bloque comunitario, aprovechando los choques comerciales entre Estados Unidos y China.

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La presidencia rotatoria de España, según se ha dicho, podría ampliar y mejorar la presencia de Europa en los países latinoamericanos. Esto, entre otras cuestiones, podría servir para que la UE y América Latina acerquen posturas en temas como energía, medio ambiente o agenda digital y consigan cerrar acuerdos comerciales que llevan años bloqueados, como el de México y, sobre todo, el de Mercosur.

En la agenda, que incluirá diversas reuniones entre ambos bloques, está la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que no sucedía desde 2015. ”América Latina no ha estado en la agenda de la UE de forma estratégica en los últimos diez años”, lamenta José Ignacio Torreblanca, presidente del instituto de investigación European Council on Foreign Relations (ECFR) una ausencia que, añade, “no se va a arreglar en una cumbre”.A su juicio, lo importante, además de un trabajo previo que “rellene de contenido” el encuentro, será que se fije “una agenda estratégica a posteriori” que, entre otras cuestiones, permita a Europa avanzar en áreas en las que el gigante asiático ha ganado “una posición importantísima en los últimos veinte años”.

En este contexto y en una región en la que EE. UU. tiene un vínculo comercial histórico, los Veintisiete deben posicionarse, según la excanciller argentina y presidenta de Global Woman Leaders, Susana Malcorra, como una “unión estratégica” que mire a Latinoamérica también en organizaciones como las Naciones Unidas o la Organización Mundial del Comercio, y que reivindique su papel “esencial” en cuestiones como la creación de marcos regulatorios.

Malcorra apunta a que Europa, con la estrategia correcta, podría posicionarse como socio de América Latina aprovechando el choque entre el gigante asiático y el país norteamericano en la región.”Estados Unidos ha descubierto la presencia importante de China en la región, que pasó inadvertida durante cierto tiempo por falta de atención” de los americanos.Ahora, dice, “China es el primer socio comercial de muchos de los países de Latinoamérica”, un hecho que hace “muy difícil elegir” a estos países, “porque Estados Unidos es un socio histórico muy importante”.En este contexto, “el rol de Europa es armar más músculo para transformarse no en una opción, sino en alguien que esté allí manejando las aguas para que las tensiones no sean tan grandes y poniendo sobre la mesa alternativas”, apunta.

Además del crecimiento en términos comerciales del país asiático en la región, China también “se ha posicionado globalmente y multilateralmente allí”, subraya Torreblanca, mientras que Europa “ha invertido porque tenía intereses comerciales y empresariales, pero no ha tenido esa visión estratégica que necesitaba en América Latina” para ser un actor global.