Economía

“Tenderemos un puente, sin importar el tipo de Gobierno”

Tras seis años de haberse desempeñado como vicepresidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), Miguel Ángel González decidió aceptar el reto de ser el nuevo líder del gremio

Miguel Angel Gonzàlez
González suma 25 años de trayectoria empresarial.Miguel Canales / EXPRESO

Lleva pocos días en el cargo, pero Miguel Ángel González dice tener claro el gran reto que le significará el tender un puente entre el sector comercial y el próximo Gobierno, independientemente de la ideología que este tenga. Del nuevo régimen, dice, no espera dádivas, solo apertura y la voluntad de propiciar un mejor entorno para impulsar la reactivación que el país requiere.

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- ¿Está consciente del doble o triple esfuerzo que tendrá que hacer? A diferencia de su antecesor, vive una época distinta. Estamos por elegir a un nuevo Gobierno y en medio de un contexto económico que es bastante retador.

-Totalmente consciente. Como vicepresidente de la Cámara tuve años de aprendizaje constante y me siento preparado para empezar a establecer ese puente de diálogo que se necesita en estos momentos con el sector público. Puede venir un Gobierno como el que creemos que se necesita: pro empresa, pro inversión, pro emprendimiento; pero también estamos preparados por si llega un Gobierno populista y que se muestra enemigo del comercio.

Propiciaremos ese diálogo, daremos ideas, criticaremos y levantaremos la voz cuando se requiera.

- Y si este último fuera el escenario, ¿qué harán?

-Tocará tender puentes igual, establecer el diálogo, presionar un cambio y tocará hacer algo que para mí es muy importante: aprender a difundir las ideas correctas. Uno de nuestros ejes de trabajo será ver cómo difundimos esas ideas de libertad y desarrollo en que creemos. Hay ideas que rondan por ahí y que confunden, como el proteccionismo, temas laborales que ponen a la empresa y al trabajador como enemigos y que hace que la gente termine apoyándolas. Si la ciudadanía tiene ideas erróneas, los Gobiernos (por influencia) no van a tomar las decisiones que se deben tomar.

- ¿Pero cómo hacer que ese acercamiento funcione? Ya ha habido varios intentos. Uno de ellos fue la firma de acuerdos entre el Gobierno y la empresa privada, para lograr que esta última invierta más. Pero ese fue un plan sin mayor efecto.

-Un puesto de trabajo (con sueldo básico y beneficios) le está costando a las empresas 6.000 dólares. Si en el país necesitamos cinco millones de empleos, estamos hablando de 30.000 millones al año, solo para crear esas plazas. ¿Pero cuánta inversión se recibe en Ecuador? Ni el 1 %. Lo que necesitamos es un entorno que conlleva un sinnúmero de medidas, como mejorar las leyes laborales, la carga tributaria, los trámites, la seguridad jurídica, la reducción de aranceles, más acuerdos comerciales. Es un tema de capacitación, de innovación empresarial. Y eso todavía no se ha dado. Las medidas deben ser integrales. A medidas tibias, resultados tibios.

- En materia laboral, ¿qué es lo urgente, para promover la reactivación?

-El año pasado, como Cámara enviamos a la Asamblea Nacional 40 propuestas de reformas para un Código Laboral caduco. Entre las cosas que promovimos y seguiremos insistiendo está la modalidad de contrato. El trabajo por horas se da en todas partes del mundo. Acá se creó para ciertos sectores, pero el tema es que el comercio debe estar incluido. Las medidas deben ser transversales. Nosotros no pedimos ni privilegios, ni dádivas, ni favores, solo pedimos que no se obstaculice el trabajo del empresario.

Al tema del desempleo hay que verlo desde la perspectiva social, sí, pero también debe tener una perspectiva económica.

- ¿No es insistir en una medida que es vista como una vía de precarización laboral?

-Crear contratos por hora no quiere decir que se tenga que aceptar cualquier trabajo. Se podría trabajar por horas, pero con beneficios sociales. Es cierto que lo ideal sería tener un trabajo con las mejores condiciones de estabilidad y demás beneficios, pero el tema debe ser visto no solo bajo una perspectiva social, sino económica.

- ¿Cuál es esa perspectiva económica?

-Somos un país subdesarrollado y hoy en día cualquier trabajo, mientras no esté en contra de la dignidad, de la salud, de la moral de una persona, es visto como una bendición. No podemos ahora ponernos exquisitos con el tipo de trabajo que se requiere y que, sí, algún día deberíamos tener. Pero eso se dará cuando nos reactivemos, cuando el país se desarrolle. ¿Qué preferimos: que alguien esté desempleado recibiendo el bono de desarrollo humano o que tenga la oportunidad de trabajar a medio tiempo ganando $ 200 o $ 250? La real precariedad laboral se da cuando la gente no tiene trabajo.

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- Eso en plena crisis sería una vía rápida, ¿pero cómo evitar que el abuso se dé? ¿Qué corresponsabilidad tiene el empresario?

-Otro de nuestros ejes de trabajo será impulsar la responsabilidad social corporativa, con la creación de trabajos dignos y el fomento a la sostenibilidad, algo que yo creo que en el país se da. Pero lo que se debe entender es que cuando las empresas están pensando en subsistir, difícilmente pueden pensar en cómo dar mejores beneficios a los trabajadores.

  • PERFIL EMPRESARIAL Y ACADÉMICO

El presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil suma 25 años de trayectoria en el sector como empresario ferretero e industrial. Es máster en Administración de Empresas por IESE Business School de Navarra, máster en Estrategia Comercial por la Universidad de Barcelona y economista graduado en la Espo