Dialogo sin chantajes

El lamentable deceso de un dirigente indígena durante las manifestaciones de los últimos días ha enervado los ánimos de este sector de la población, que exige una respuesta urgente del régimen. Esta postura desencadenó ayer una reacción radical que incluyó la retención de policías y reporteros que asistieron a la convocatoria de esta organización, en la que hubo cuestionamientos a los medios de comunicación que, a su criterio, no han recogido sus propuestas con respecto a la eliminación de subsidios a los combustibles. Sin embargo, desde el primer día de protestas, el periodismo nacional ha puesto al debate las diferentes posturas acerca de estos acontecimientos, sin discriminar a ningún sector. Hay que insistir en que durante los enfrentamientos no solo han resultado afectados los campesinos, sino también uniformados y ciudadanos en general, que se han sentido desprotegidos por los actos vandálicos. Hay que rechazar los excesos, vengan de donde vengan, pero sin generar más violencia. El chantaje como arma de disuasión para imponer criterios unilaterales no puede ser usado como herramienta de presión ante el diálogo, en momentos en que se buscan salidas consensuadas a la crisis. El estado de derecho debe imperar, hoy más que nunca.