Diligencia. En el Hospital de la Policía se reconstruyó la revuelta del 30S.

Detenidos y muertos, el saldo de enfrentarse al correismo

1.435 casos de persecución hubo en el Gobierno de Correa, según la mesa de la Verdad y Justicia.

Muertos, presos, perseguidos o protegidos. Esos fueron los denominadores comunes en decenas de casos investigados durante el correísmo.

Una de las primeras víctimas fue Luis Ayala, exmédico de la Selección y promotor de espectáculos. Sicarios acabaron con su vida en abril de 2008. El nombre de Ayala apareció en el supuesto diario del guerrillero de las FARC Raúl Reyes como quien recibió el aporte de la guerrilla a la campaña del expresidente Rafael Correa.

Ayala fue socio del narcotraficante Jefferson Ostaiza en la organización del concierto ‘Salsa con Amor’, en febrero de 2007. Once días antes del crimen Ostaiza declaró que su empresa se siente ‘estafada’ por él.

Dos años después murió Quinto Pazmiño por paro cardiorrespiratorio. Un año después fue asesinada su esposa. Pazmiño fue asesor anticorrupción del excanciller Ricardo Patiño. Reveló los ‘Pativideos’ sobre temas como la renegociación de la deuda externa. Pazmiño aseguró que tenía un vídeo que comprometía la estabilidad de Correa. Las imágenes nunca se revelaron.

El general Jorge Gabela denunció irregularidades en la adquisición de aeronaves. Fue asesinado en diciembre de 2010. La misma suerte corrió dos años después Derly Salazar considerado autor material.

María Fernanda Luzuriaga denunció la entrega irregular de un crédito de 800.000 dólares al argentino Gastón Duzac. Pedro Delgado fue presidente del Banco Central. Delgado, primo de Correa, fugó a Miami. Luzuriaga falleció en un accidente de tránsito en 2012.

Jean Paúl Flores, sentenciado por el caso ‘Narcovalija’ fue asesinado en 2015. Autoridades italianas encontraron droga en los envíos a través de la valija diplomática ecuatoriana.

Por el secuestro del político Fernando Balda en 2016 fue asesinado el condenado y cooperador eficaz Jhonatan Luzuriaga (colombiano).

En 2018 murió en un accidente Víctor Hugo Erique. Un informe de Contraloría determinó indicios de responsabilidad en la entrega de un contrato para el monitoreo de medios y entrega de productos audiovisuales, durante la gestión del exsecretario de Comunicación Fernando Alvarado, a quien la Fiscalía acusó de peculado junto con tres personas más.

El exfiscal Pablo Encalada no cree que Correa haya llegado a ordenar la muerte de una persona. “Nuestra clase política es corrupta, pero no creo asesina”, dice. Añade que en el Gobierno de Correa hubo demasiada concentración de poder y un abuso de recursos públicos para mantenerlo.

Diego Vallejo, exconsultor del exministro José Serrano fue condenado por tenencia de armas. Dice que existió un plan bien armado y planificado, en el que intervinieron muchas cabezas. “Porque algo así solo pudo haberse maquinado a la perfección con muchos involucrados”, señaló a EXPRESO.

Fidel Araujo, mayor retirado del Ejército fue otra víctima. El 30 de septiembre de 2010 estuvo en las afueras del hospital de la Policía en la revuelta policial. Correa presentó un testigo protegido para demostrar que hubo intento de magnicidio. Él “se retractó y negó absolutamente todo”, dijo no haberle visto jamás, cuando le hicieron ver fotos suyas, recordó Araujo quien igual fue condenado.

Hubo varios testigos falsos

El coronel César Carrión, actual asambleísta, recuerda a los cuatro testigos que lo señalaron por tentativa de magnicidio. Menciona al “periodista Holger Guerrero, Hiroshima Villalva (actual notaria), el capitán de Ejército de su seguridad Richard Piedra y el sargento de la Armada de su seguridad Álex Casierra”.