Desafios con nuevas caras

Hoy arranca 2019, con enormes retos. Pero pese a los temores por el desfavorable panorama económico, podríamos iniciarlo con optimismo. Hay nuevas personas timoneando el barco, y se presumen confiables, capaces y decididas.

El vicepresidente va a trabajar en la construcción de la gobernabilidad y en la planificación de un desarrollo sostenible que posibilite el progreso del Ecuador. También buscará crear el clima adecuado para atraer capitales, indispensables para rebajar el déficit vía inversiones productivas, que son multiplicadoras del empleo y que oxigenarían la economía ante la escasez de financiamiento internacional asequible. De igual modo, en las próximas elecciones se pondrá a prueba a un renovado CNE y está en proceso de conformación la nueva Corte Constitucional, algunos de cuyos más probables integrantes son de reconocido prestigio personal y profesional. En manos de ambos organismos están depositadas las esperanzas de que se dé paso a un proceso de recuperación de la institucionalidad y de la credibilidad de la justicia, al menos en su más alta instancia. Un punto de partida para empezar a depurar las leyes y a aquellos que tienen la potestad para juzgar y sentenciar. En este campo y en el fortalecimiento de una Contraloría y una Fiscalía probas y eficientes, se fundamentará el país de las próximas décadas. La labor de ambas instituciones deberá centrarse en la recuperación de los recursos públicos robados y en la repatriación de los culpables del gran desfalco para que paguen por sus delitos, sin descuidar el oportuno control de las actividades estatales en curso.

En los ministerios de Defensa y del Interior también se destacan figuras que gozan del crédito de la comunidad, lo que augura una eficaz lucha contra los problemas de narcoguerrilla, terrorismo y microtráfico, cuyo trabajo tendrá que ser respaldado y facilitado por una Asamblea que debe reivindicarse y justificar su razón de ser.

Urge que acompañe a la gestión de estas caras nuevas un viraje significativo en la educación, teniendo como eje la inclusión de los temas éticos y cívicos desde los grados iniciales, con una estricta selección de los parvularios y maestros a cargo de tan crucial misión. Y que además nos sorprendan las autoridades de la salud y la agricultura, y también la propia ciudadanía, votando inteligentemente el 24 de marzo.