Era un padre amoroso, tranquilo, nunca mostró agresividad, cuando salía de la casa lo hacía con su esposa y sus cuatro hijos. Son, entre otras, las frases que repiten los vecinos de la manzana 4077 de la cooperativa Mélida de Toral, en la conocida zona de Las Malvinas, cuando se refieren a Alberto Jalón Astudillo.

Es por eso que la vecindad aún no sale del asombro al recordar el espanto que les causó la violenta escena que encontraron en la vivienda de cemento que ‘Beto’ y su familia cuidaban, desde hace dos años.

“Cuando abrieron la puerta, todos se echaron para atrás. ¡Están muertos gritaron!”. Todos nos sorprendimos, nadie imaginaba encontrar eso”, cuenta Marlene Flores al describir los cinco cuerpos (madre e hijos) que yacían acuchillados en el piso, en la mitad de la sala. En los 25 años que vive en el sector, la comerciante confiesa que no había visto ni escuchado un suceso similar.

Y si Alberto era un hombre ejemplar, ¿qué lo llevó a transformarse al punto de eliminar a aquella familia ‘perfecta’ que construyó en casi quince años?

Mucho se dice que el hombre de 38 años de edad, hoy procesado por asesinato, estaba desempleado desde hace algún tiempo y se dedicó a vender desinfectantes. Que se mostraba depresivo y supuestamente tenía problemas mentales.

¿La depresión podría haber llevado a Alberto a atentar contra su propia familia?

Una investigación de más de dos años, que realizaron estudiantes de Psicología de la Universidad de Minnesota en los Estados Unidos en diversos centros de atención, reveló que los pacientes con cuadros graves de depresión podían perder incluso la vida en menos de 30 días.

El psiquiatra Sergio Paz Watson señala que primero se deben evaluar las interacciones que existían dentro de esa familia, particularmente entre los esposos y los hijos.

“Usualmente, este tipo de conductas empieza con descalificaciones, desconfirmaciones, algún tipo de agresividad de tipo verbal, no aparecen completamente de la nada”.

Marlene y Martha, quienes atienden la tienda del barrio, aseguran que Alberto eran muy amable, nada extraño.

¿Puede una persona aparentar una personalidad distinta ante sus vecinos, amigos y familiares de la que realmente es dentro de casa?

“Este tipo de persona que tiene una desregulación emocional han desarrollado la capacidad, la habilidad, la destreza de maquillar, suprimir y reprimir las señales no verbales asociadas a las emociones. Si uno ve a una persona que está depresiva, uno tiene la idea de ver a alguien completamente triste, melancólico, abatido, pero este tipo de personas no presenta estas manifestaciones no verbales”, explica el experto.

Durante sus consultas -cuenta- ha tenido la experiencia de pacientes que han estado conversando amenamente con su asistente. Al entrar a la sesión cuentan con tranquilidad y sin mayor manifestación de dolor y sufrimiento que en la noche anterior han estado a punto de ahorcarse o pegarse un tiro.

El psiquiatra explica que no solo la depresión puede llevar a ese estado. Es un efecto acumulativo. Probablemente, ‘Beto’ se ha estado reprimiendo y llegó un momento determinado que desbordó. Pero también hay otras características que están en la base de este tipo de comportamientos tan extremos, principalmente la impulsividad. “Eso puede llevar en un momento determinado a un sujeto a actuar de una manera rápida, precipitada, atolondrada e impulsiva”.

El psiquiatra Eduardo Tigua concuerda con su colega, en el sentido de que ‘Beto’ pudo haber tenido alguna situación psiquiátrica, psicológica a nivel mental para apuñalar a sus cuatro hijos y esposa.

“Hay que tener una fuerza especial para que alguien apuñale a un niño de tres años”, dice al referirse al pequeño Elías, cuyo cuerpo presentaba ocho cuchilladas en el tórax.

Según Tigua, una persona deprimida o con alguna alteración emocional “es capaz de cosas raras, horrendas”.

El experto prefiere no hacer una análisis específico, pero considera que ‘Beto’ debió haber tenido en su pasado algún trauma o incidentes que quedaron archivados en su mente y que, por alguna cuestión, se reestimuló a nivel mental que lo llevó a terminar con la maravillosa familia de la manzana 4077.

En detalle

Síntomas

Una persona deprimida, generalmente pierde el apetito, no quiere salir y desea estar solo o dormir, llora de forma desmedida o entra en una tristeza profunda.

Cuchilladas

Un total de 22 heridas de cuchillo presentaban en el cuerpo las cinco víctimas. El niño de 3 años fue el que más recibió, ocho cuchilladas; seguido de su madre y hermano de 10: cada uno 5.