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Democracia robustecida

Como en pocas ocasiones previas ha sido grande el interés suscitado, en los Estados Unidos y en el mundo, por unas elecciones de medio tiempo.

Se llegó a afirmar que constituían un plebiscito sobre el ejercicio presidencial y que serían vitales para vislumbrar la consistencia de las posibilidades de éxito que tendría la siempre presente aspiración a reelegirse.

Luego de los resultados, donde todos se dan por ganadores, queda claro que en un análisis preliminar el pueblo norteamericano ha querido establecer un balance de poderes necesario para evitar los excesos de un temperamento que tiende a coparlo todo.

Así, aunque no con la condición arrolladora a que aspiraban los demócratas, ha sido clara la victoria en la Cámara de Representantes, lo cual dará paso a una presidencia de la misma a cargo del partido opositor. Ello tendrá consecuencias en la integración de las respectivas comisiones parlamentarias y aunque bien se sabe que, por ejemplo, la política internacional de la potencia del norte tiene fundamentos poco móviles, sin duda la nueva composición de la comisión respectiva puede acentuar y definir determinadas posiciones respecto a la situación de los migrantes, las relaciones con los países de la ALBA o la construcción de un muro en la frontera con México, hecho este último que ahora parece haber perdido posibilidades de contar con un financiamiento aprobado.

Es notable el incremento de la participación de los jóvenes y especialmente de los de ascendencia latinoamericana. Ello ha hecho posible la elección de representantes de ese origen, entre ellos una compatriota guayaquileña.

Pareciera que con la experiencia que permitió la elección del actual presidente, en esta ocasión los llamados hispanos sí salieron a votar o anticiparon su decisión electoral por correo.

En el Senado se ratificó el predominio republicano pero, queda claro que el electorado demócrata ha crecido en el respaldo de sus antiguos partidarios, que parecía haber perdido su entusiasmo luego de las repudiadas maniobras internas.

En cuanto a las maniobras externas, es probable que se intensifique la investigación sobre la participación rusa en las pasadas elecciones presidenciales pero, no hay señales de que pueda intentarse un juicio político al presidente Trump.

En todo caso la democracia se ha robustecido.