Delito el “offshore”

“Offshore” u “offshoring” es un término inglés que significa en el mar o alejado de la costa, que se utiliza para identificar la movilidad de recursos o sistemas productivos hacia otro país, siendo muy común en diversas actividades.

Empresarialmente el “offshoring” es sinónimo de cambio de localización o traslado de centros de producción a otro país que brinda ventajas competitivas como seguridad jurídica, leyes laborales favorables, menor costo de mano de obra, no tanta intromisión de gobiernos y mayor protección por parte de este, reducción de impuestos y costos, y cualquier otro beneficio que signifique incentivo a la producción privada, teniendo como prototipo las maquiladoras.

En el ámbito financiero se denomina así a los depósitos o empresas creadas en países con bajos impuestos, facilidades de la ley y del gobierno para atraer capitales, conociéndoselos como paraísos fiscales, y que son preferidos por muchas personas jurídicas o naturales, por facilidades, seguridad jurídica, diversificación de actividad de producción, mejor interés, inseguridad del país de origen o por mantener en reserva la identidad de los propietarios, etc. Inicialmente lo hacían islas, de allí su término, pero en la actualidad existen en tierra firme, como el caso de Delaware (EE.UU.), Panamá, Andorra o Suiza, donde la actividad se realiza de conformidad con las normas legales de cada país. Por tanto, no puede considerarse ilegal y peor delito el tener empresas o inversiones “offshore”, y no debe preocupar a los gobiernos que sus ciudadanos aparezcan en estos ya famosos papeles de Panamá, si han cumplido con la ley y justifican la actividad lícita.

Lo malo radica en la fuente u origen del dinero, porque también suele utilizarse para evadir impuestos, para blanqueo de capitales, pagos de coimas o sobornos y en general recursos mal habidos. De ahí que se debe investigar a los ciudadanos y funcionarios públicos, no solo a los “empapelados”, sino a todos los que en su vida laboral no hubiesen podido acrecentar sus fortunas a base de su trabajo honrado y que ahora aparecen como los nuevos millonarios.

colaboradores@granasa.com.ec