El debate politico no es el fuerte del pais

Ni obligación ni tradición. Los debates entre candidatos a la Presidencia de la República no están institucionalizados en el país. Y eso, según analistas, debilita los procesos democráticos en perjuicio del elector.

Ni obligación ni tradición. Los debates entre candidatos a la Presidencia de la República no están institucionalizados en el país. Y eso, según analistas, debilita los procesos democráticos en perjuicio del elector.

La Cámara de Comercio de Guayaquil organizó un foro con los presidenciables en 2006 y un debate en 2013. A estos, sin embargo, no acudieron todos y las reseñas periodísticas recogen más un ambiente de confrontación que de propuestas claras (ver gráfico).

El candidato del movimiento CREO, Guillermo Lasso, puso en la palestra la necesidad de un debate, la semana pasada. Él llamó al aspirante oficialista, Lenín Moreno, a confrontar ideas.

¿Son necesarios los debates electorales? El politólogo especializado en estrategia y diseño de campañas, Oswaldo Moreno, considera que sí. Que el ejercicio es bien visto por la ciudadanía pero que, electoralmente, no resulta determinante.

“En el país se han hecho intentos en los últimos años, pero creo que el último ejercicio formal, con candidatos en segunda vuelta fue en 1984 entre León Febres Cordero y Rodrigo Borja”, recordó a EXPRESO el consultor político.

En Estados Unidos existe, por ejemplo, una Comisión de Debates Presidenciales desde 1987. En México, el Código Federal de Instituciones exige la organización de dos debates entre los aspirantes.

¿Se debería normar en Ecuador? El director del Observatorio Electoral y exintegrante del Consejo Nacional Electoral (CNE), Fausto Camacho, le dijo a este Diario que no es necesario ponerlo como una ley.

“Debería ser construido como parte de la cultura democrática. Debería ser parte de la recuperación del ejercicio ético de la política. El único beneficiado de los debates siempre es el ciudadano”, dijo.

Los dos analistas creen que el debate, en los últimos años, se ha convertido en un elemento funcional dentro de la estrategia de los candidatos. “En el caso de Lasso está en una etapa de posicionarse como el retador del oficialismo, algo que todavía no ha conseguido”, explicó Moreno.

Para Camacho, lo más sano es que haya una confrontación de ideas pero con todos los actores. “No se puede decir solo con uno porque representa al continuismo. Es evidente que las posturas de Lasso, de Cynthia Viteri, Paco Moncayo, Abdalá Bucaram son diferentes y el país tiene derecho a saberlas y a escoger”, aseveró.

-El candidato

En 2006, cuando buscaba la presidencia de la República, asistió al foro de ideas organizado por las Cámaras de Guayaquil. Fausto Camacho, exvocal del CNE, recuerda que el joven Correa era uno de los más entusiastas en participar en estos eventos, aunque luego, en 2013, desistió de acudir a uno.

-El presidente

Ya como primer mandatario, Correa acudió, el año pasado, a un debate pero no con contendores políticos, sino con analistas económicos como Alberto Dahik, Mauricio Pozo y su exministro de Industrias, Ramiro González. Correa empezó aclarando que no comparte las ideas de esos economistas, pero las respeta.